Jueves 5 de Julio, 2004

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¿Por qué estas indiferente conmigo, Liam?—exclamó el rubio mientras veía de reojo a todos lados.

La calle estaba tornándose solitaria. La noche empezaba a hacerse notar y los pájaros dejaron de cantar.

El rubio había acompañado al castaño a su casa. Uno tenía miedo siendo adolescente y él otro quería explicaciones.

—No estoy siendo indi-indiferente…—tartamudeó muy bajo, casi desfalleciendo, Liam.

Niall bufó. Tenía tantas ganas de darle un griterío y besarlo. Como deseaba tanto besarlo. ¿Cómo es que una persona tan tierna llamó su atención?

—Deberías decirme la verdad. Detesto que me mientan y más aun si es en mi cara—Niall volteó el rostro hacia el jardín de la casa del castaño. Sus mejillas empezaron a ponerse calientes y sintió las tremendas ganas de llorar.

Odiaba que aquel chico que hacia sus sueños perfectos lo ignore. Aborrecía con todas sus fuerzas que el chico no le respondiese de buena forma cuando se dirigía hacia él. Pero lo que más le dolía era que no podía ser lo suficientemente valiente y expresar sus sentimientos.

—Niall…—habló Liam. Los ojos azules del rubio lo miraron y el abrió los ojos por completo. Aquellos hermosos ojos azules estaban brillando…pero no de alegría. Se sintió mal. Se sintió la peor persona del mundo. Quería desaparecer y así evitar que los ojos de Niall se pongan cristalinos. De repente, lo sintió de nuevo. Esa pequeña pelea entre sus sentimientos. — Y-Yo no quería hacerte sentir mal…lo siento.

El rostro de Liam se mostraba arrepentido.

Los ojos cristalinos de Niall desparecieron notando la muequita del castaño.

Liam se abalanzó contra Niall y lo abrazó mientras se disculpaba reiteradas veces.

Niall se sorprendió pero le respondió el gesto.

Liam empezaba a creer que no es malo sentir algo raro por un chico.

Cerrando los ojos me acerqué a ti |Niam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora