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-No podemos hacernos cargo de él, Olga; está maldito, ¿acaso no te das cuenta?

-Christopher, no podemos dejarlo solo, ¡sus padres fueron los que murieron! Tu hermano. Mira, entiendo que tengas miedo, sé que va en contra de todo en lo que creemos, pero solo Dios sabe que estaríamos haciendo lo correcto. Vamos, mírame, no podemos dejar a Jimin solo.

-No voy a tener a un pecador bajo mi techo. No voy a tener a un maldito bajo mi cuidado, ya he tomado la decisión, y sé que Dios me está respaldando. Ya perdí a mi hermano, no voy a arriesgarme a perderte a ti también.

[...]

-Jimin.

"-¿Y donde me voy a quedar? Hace mucho frío."

-Bebé, es hora de despertar.

"-Lo sentimos, no tenemos espacio en nuestra casa para que te quedes. Estarás bien solo, ya estás grande para que te cuiden todo el tiempo."

-Jimin, despierta.

"-¡Esperen, no se pueden ir así! No me dejen solo."

-¡Jimin, que despiertes!

Una fuerte palmada resonó en el interior del auto, Namjoon volteó de inmediato a mirar qué había pasado. Hace unos minutos que Taehyung trataba de despertar a su amigo, Jimin; él había desviado la mirada al segundo que escuchó a Taehyung empezar a usar motes cariñosos con el más bajo. Al parecer, Park estaba teniendo un mal sueño, o eso deducía por las muecas, nada agradables, que mostraba mientras intentaba despertar. Aun faltaban unas cuadras para llegar a la casa de los Kim, pero Jimin había empezado a llorar en sueños y todo el carro tenía esa aura triste ahora.

Namjoon nunca había sido bueno consolando a las personas, no tenía tacto y era muy directo, podría parecer un insensible, pero el de verdad se preocupaba por sus cercanos. A Jimin lo conocía desde hace dos años, nunca habían hablado más allá de saludos y despedidas, una que otra vez Jimin le preguntaría sobre el paradero de Taehyung, y él haría igual.

No eran cercanos, pero, con todo y que Jimin no se le acercara estando solo, Namjoon se preocupaba por el menor. Todos estudiaban algo diferente, rara vez se encontraban en los pasillo o compartían clases; pero siempre trataban de irse juntos. De alguna forma se había convertido en una costumbre, sin embargo, Namjoon no estaba seguro si todos se habían dado cuenta de ese detalle.

Jimin despertó después de que Taehyung le pegara en la cara, sus ojos estaban soltando lágrimas y su respiración era muy irregular. Lo primero que enfocó fue la camisa que vestía su mejor amigo, las rayas de la camisa se movían levemente, así que volvió a cerrar sus ojos y se apoyó en el asiento un momento. Podía sentir que el auto se había detenido, miró a la ventana y la casa de los Kim se mostraba tan colorida como siempre, quiso bajar de inmediato, pero el agarre de su amigo lo detuvo.

Miró de inmediato a su captor, detectando la preocupación y muchas preguntas en su mirada, se fijó también en Namjoon, y los sentimientos eran los mismos.

Quiso quejarse en alto, no gustaba de preocupar a las personas, mucho menos a las que le ayudaban tanto sin esperar mucho de vuelta; suspiró lentamente y trató de mostrar una sonrisa. A los ojos de los presentes, era más una mueca de incomodidad que de tranquilidad.

-Estoy bien, solo necesito dormir.

Su amigo quiso decir algo, pero Jimin fue más rápido y le acarició el cuello, donde terminaban sus rizos, ahí en donde Taehyung tenía ese punto débil que hacía que se le olvidara hasta respirar, como si fuese un gatito.

-Estoy bien, vamos a entrar. Gracias por traernos, Namjoon-hyung. Nos vemos mañana.

Sin esperar respuesta, bajó apurado del auto, arrastrando a Taehyung consigo, y entró a la casa frente a él.

An unexpected meeting 『ꕥ』 kmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora