Cap 14: Visitas inesperadas

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Después de los sucedido con la pelea de los huecos, los chicos no podían pasarse desapercibidos en cualquier momento, sobre todo contando a Gekko Kuchiki que estuviera más preocupado que nunca con lo que fuera a pasar de ahora en adelante.

*Definitivamente*piensa el joven recordando la escena en su "cama"*la sociedad de almas no tardara en enterarse de esto*

Estando al día siguiente el muchacho seguía con cara de pensativo aparte de que no podía dejarse desprevenido en todo momento que quisiera.

-Gekko, vámonos-menciona la pelinaranja viéndolo empacar sus cosas agachado-oye Gekko, ¿me estás escuchando?, te dije que nos fuera...

-ya oí-menciona bloqueándole la mano cuando estaba apunto de tocarlo-así que ya déjame en paz

Levantándose se dirige a la entrada para luego cerrar la puerta, dejando pensativa a la de ojos miel.

*Que extraño*

-bien aquí tienen-contesta la madre dándoles los obentos cubiertos en sábanas con los muchachos estando en la cocina.

-muchas gracias-menciona el moreno fingiendo una sonrisa en lo que ichigo se quedaba mirándolo dudosa de su comportamiento.

Dirigiéndose a los salones del colegio, la kurosaki no dudo ni un segundo en despejar sus ojos de su compañero de equipo.

-muy bien, Gekko, podrías leer la siguiente página del libro por favor-contesta el maestro de literatura con su clase.

-con gusto, lo que usted diga-dice estando más animado que antes aparte de que era algo que su compañera reconocía que no era una cosa de lo que hacia.

Narrando la página, la sustituta siguió pensando en lo que le había pasado a la Quincy luego de que ambas estuvieran a mano, además de que no hubieran echo las pases tal y como quería la mujer de sombrero misterioso.

-Disculpa por el retraso-comenta la joven pelinegra abriendo la entrada con los dedos vendados.

-Yumiko,¿Por qué llegas a estas horas, Que te sucedió?-pregunta el profesor extrañado

-perdóneme, es que ayer tuve un día largo-

-¿te refieres a la actuación que tuviste con esas personas raras?-menciona la pelicafe sabiendo lo que había visto con lo que no se dieron cuenta que los que estuvieron ahí, hicieran que se les soltaran los pelos de punta excepto la de las gafas, con el único propósito de que no hablara demás.

-si, algo así-dice ishida sin entender casi nada a lo que se refería con lo que ya se estaba dando una idea en lo general.

-bueno siéntate-comenta el mayor indicándole su puesto

-Gracias, con permiso-dice yendo a su puesto con tranquilidad en lo que se sentaba para tomar sus cosas y así seguir con las demás clases hasta el último de ellos, solamente que el pelinegro había notado algo que no le gusto para nada y quisiera resolver sus asuntos en privado.

Llegando a la hora del receso, no sabía el moreno si decirlo o no a la persona indicada, aparte de que uno de ellos ya se encontraba vigilándolo a cierta distancia donde nadie lo viera.

*¿Qué debo hacer?*piensa el chico dudando

-Gekko-contesta una voz agradable tocándole el hombro animado

-Yoku-comenta mirándolo a la cara

-¿Quieres almorzar con nosotros?-pregunta señalado a los demás de su grupo de amigos.

-si, claro, ahorita lo alcanzo-contesta el joven tranquilamente-antes déjame hacer una llamada en el baño

-vale-dice aceptando su decisión con lo que saliendo del salón se va directo al patio trasero sin que nadie lo viera.

bleach al revesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora