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Pommet

Es difícil explicar cómo sucedieron tantas cosas en una vida tan corta

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Es difícil explicar cómo sucedieron tantas cosas en una vida tan corta. Un día era la sencilla Larsen Pommet, una chica desinteresada e impulsiva, al otro día no era ni la sombra de lo que algún día fui. Uno de mis motivos principales cuando era humana era vivir el día a día, sin preocuparse por el pasado, me divertía cada día y la tristeza rara vez estaba en mí, pero como te imaginarás, en cada historia hay un pero, un antes y un después.

Lo que marcó el después fue mi ingreso a la universidad. Para ese entonces yo ya tenía una pequeña idea de lo que quería hacer con mi vida. Había perdido un año por mis despistes y mi poco interés en la escuela, así que entré después de muchos de mis amigos, me tocó verlos ingresar a una carrera que resultó ser completamente distinta a lo que imaginaban, y es que a quién se le ocurre dejar elegir a un crío de diecisiete años su carrera universitaria. A esa edad la mayoría no tiene idea de lo qué hará y eso fue lo que me pasó. No tenía ni la más remota idea de qué estudiar, así que fue un alivio tener que repetir el último año, eso no se veía bien en mi historial y fue una enorme decepción para mis padres, pero tenía dieciocho y tomar decisiones maduras no era lo mío.

Así que entré un año después. Para ese entonces ya tenía una carrera elegida, biología. No le hizo gracia a mis padres pues ellos querían que estudiara algo administrativo, pero finalmente decidieron aceptar mi nuevo futuro porque ahora estaba en la universidad. Mis padres querían mudarse con mis tíos, en Canadá, y querían que yo estudiara en la misma universidad que mi primo.

Podría decirse que la mudanza fue el comienzo de todo, ¿qué historia fantástica no empieza así? Llegamos al pueblo, la ciudad más cercana nos quedaba a dos horas en auto al igual que la universidad. No significaba mucho para mí ni para mi familia. Covan era como uno de esos pueblos mágicos que aparecen en las películas: pequeño, rodeado de un inmenso bosque, una carretera lo atraviesa de principio a fin, con un restaurante de comida rápida a un lado de la carretera, una biblioteca vieja, locales pequeños, cabañas grandes y uno que otro medio de entretenimiento. Para mí Covan era horrible, insípido, nada comparado a la ruidosa ciudad. Todo estaba rodeado de árboles altos, escarchados. Era una villa navideña.

Nos instalamos en la casa de mis tíos. Ahí vivía la hermana de mi madre que se había casado con el hermano de mi padre. Curioso y difícil de explicar. 

Leo, mi primo, y yo no teníamos planes de seguir el linaje empresarial de nuestros padres, él iba a estudiar historia y yo biología, para ambos trabajar en una oficina resultaba meramente aburrido. Nuestra familia tenía empresas hasta por los codos, ¿qué hacían? No recuerdo, nunca me importó realmente. Mi hermana Julia era la encargada de administrar los recursos cuando nuestros padres empezaron a descansar de los largos viajes de negocios, ella estudió para administrar las empresas y la fortuna que estas generaban. Ella nos depositaba cada mes una gran cantidad de dinero, Leo y yo tratábamos de no perder contacto con ella ya que nos interesaba mantener los problemas familiares muy lejos de los Pommet. 

The Mortal | Jasper HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora