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— Hoseok.

el mencionado levantó la vista de su computadora, navegaba por Internet en busca de un nuevo calentador para su tesoro. No importaba si el invierno pasaba ligeramente y la primavera estuviera próxima, aún así quiso prevenir la llegada de la fría estación.

la razón real de hacer todo ello era que hace días había atrapado al ladronzuelo que decía arreglar el calentador de su amor; un tipejo al cual siguió por varios días hasta que descubrió que el mismo vivía de estafar personas al azar.

Lo atrapó, y después de un par de amenazas, el sujeto que se hacía pasar por conserje prometió devolver el dinero que había pedido a cambio de las supuestas reparaciones del calentador de Hyungwon, además de enviarlo a una cuenta privada que había puesto en nombre del castaño; con eso dio casi por sentado que el supuesto conserje no volvería a estafar a su amante.

— ¿qué sucede? — preguntó el rubio algo ansioso, mientras veía a su hermano mayor mirarlo fijamente como si sospechara algo; no sabía cómo, pero quizá el idiota estafador lo había denunciado a la policía, aunque no lo creía tan idiota.

— ¿dónde has estado yendo estas últimas semanas, Hoseok? Tú... ¿de verdad estás yendo a trabajar fielmente?

Al menor, el cuestionamiento le pareció de lo más tonto e hizo de sus labios un horizonte mirándolo con obviedad — ¿qué más podría estar haciendo a parte de trabajar con mi tesoro? — le respondió con un tono lleno de seriedad el cual el otro no pudo asimilar a la primera.

Kihyun al escuchar su respuesta tan simple y confiada entrecerró los ojos, porque sintió que debía ser algún tipo de error; quizá se habían llevado a su hermano en algún tipo de trata de personas y cambiado por alguien que era similar en apariencia o simplemente había perdido totalmente la razón y ahora deliraba.

— ¿no estás mintiendo? ¿Tú de verdad estás saliendo con Hyungwon, en serio?

Volteó a ver a la pantalla de su laptop divisando de inmediato un nuevo calentador a un precio favorable; sonrió de manera amplia y brillante, dio click en comprar y luego volvió la vista a su hermano mayor quien esperaba impaciente por una respuesta.

— sí ¿por qué?

por la tranquilidad y seriedad con la que hablaba su hermano menor se sintió entre feliz y anonadado; el cambio que había dado Hoseok era abismal. Aunque el rubio aún se negaba a ir a una universidad, ya fuese privada o pública, aún así debía aceptar que se había mantenido lejos de los problemas, al punto que había recibido cero reportes policíacos en los últimos dos meses y medio

¡milagro, Dios!

era como haber recuperado al pequeño hermanito bueno que siempre había tenido y del cual ya poco recordaba.

Entró, se sentó en la cama y notó que su desorden no cambiaba en nada; claro, nadie cambia en su totalidad de la noche a la mañana, pero al menos las ropas que usaba ya no eran en tonalidades de negro, negro y más negro, pues había sabido hacerse de colores más alegres; tenía incluso la leve impresión de que lucia más atractivo que antes, debido a la sincera sonrisa con la que permanecía constantemente. Pensó en que, de haber sabido que Hyungwon era el tipo de hombre que le gustaba a su hermanastro, entonces lo habría hecho viajar a corea hace un año atrás.

¿¡cómo no pensó en presentarselo antes!?

Por otro lado, el amigo de Hyunwoo si que lo tenía más que sorprendido; cuando conoció a Hyungwon supo de inmediato que este tenía la vista fija en el que ahora era su esposo, lucía demasiado enamorado como para no darse cuenta de ello. Obviamente, decía que la batalla no era difícil por su apariencia sosa y su comportamiento rígido y aburrido, pero después de haberlo conocerlo a fondo entendió el por qué Hyunwoo lo admiraba y quería tanto.

OPIA [2WON/ HyungWonho] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora