Mi jardin

Pétalo 4

Otro dia en el jardin, viendo a las nubes pasar en una noche que parece perfecta. Las demas flores del jardin duermen, estan sanas y fuertes. Todo gracias al sol y al jardinero, que aunque en secreto, se asegura de resguardarnos a la distancia.

A veces, sin importar que pase, las sombras de malos pensamientos me inundan y siento que me ahogan. Como si de dos manos grandes, que aprietan con fuerza, se trataré . Mi cuello arde y me siento atrapada.

Depende del momento, su agarre es mas o menos violento y mi espiritu se confunde con la falta de aire. Jadeo y jadeo, en busca de un poco de vida, y en el ultimo momento, en el que estoy rendida casi por completo; se apiada de mi y me deja en libertad.

La noche me recibe y me envuelve. No puedo dormir, pero se que no estoy sola. A mi alrededor puedo ver a las flores existir, y me alegra de ser parte de ellas.

No me siento sola en este momento, eso es bueno. Me he sentido completamente sola en el pasado, aun rodeada de tantas flores.
Se que pensar de mas en eso, no es sano, ya que el límite es una pequeña cuerda que puede soltarse y desencadenar mucha oscuridad en mi interior.

Puedo ser introspectiva, y ver cosas de mi misma que antes no podia ver. Puedo corregirlas si estan mal o exaltarlas si asi me parece, pero estoy al tanto de las dos caras de la moneda.

Hoy hable con mi nueva amiga, la flor bicolor, sobre estos pensamientos. Ella dice que cuando me sienta triste la llame para reir, o para llorar, pero juntas. La soledad y el dolor son amigas incompatibles que cuando pasan mucho tiempo juntas, pueden despertar al suicidio.

Mi árbol hoy me ha dado un beso cálido en la frente, escuche su susurro aún cuando solo fingía estar dormida. -Te quiero...-.

No quiero irme, no quiero escapar, tampoco quiero que me lleven a ninguna parte. Solo dejenme aqui, en la sombra, viendo reír a todos a mi alrededor y sintiendo la cálida brisa de primavera.

No me sueltes, agarrame fuerte con tus raíces. Aunque a veces puedo ser un poco frustrante y no soy la mejor, ni la más hermosa flor que hayas visto. Solo sé que no miento cuando digo, que no quiero estar ni un segundo sin ti.

Juego con mis pétalos, me gusta mirarlos bailar con el viento. Talvez asi seamos las flores en la vida; ella nos sopla y bailamos al son de la brisa. Si ésta es cálida, las flores somos felices, y si por otro lado nos azota violenta y fría como el hielo. Nos aferramos al suelo y luchamos para poder sobrevivir.

Al final, cuando el viento aterrador desaparece, recibimos al sol y volvemos al camino ante la mirada atenta de la vida que espera el momento correcto para volver a ponernos a prueba.

-¿Cual es tu color favorito, flor Azul? -me preguntó la Luna.

-Creo que no tengo color favorito, Luna. -Hice una pausa- ¿Pueden todas ser mi color favorito?

La Luna lo pensó por un momento,  y luego volvió su mirada hacia mi, con una media sonrisa, y respondio. -Claro que si, flor Azul. Todas pueden ser tu color favorito.

Me agrada no tener que elegir solo uno, ¿Por qué deberia hacerlo? Después de todo por algo existe la variedad y puedo elegirlas todas.