Estoy perdida en un jardín lleno de flores que florecen y encuentran la luz, tal vez no saben porque van hacia allí, pero yo ni siquiera puedo elevarme. Busco una mano tendida a la distancia, algo de que sostenerme, pero no encuentro nada, solo hay vacío.
No basta con querer volar sin la fuerza para partir. Me quedaré en el puerto viendo a todos ir hacia su destino hasta que pueda tomar mis propias riendas y partir.
Hay flores que buscan a una pareja para poder transitar el camino al que deben ir, otra flor con más fuerza mental, que lo ayudara cuando dude y crea que ya no puede seguir. Otras flores deciden respirar profundo, poner su mochila a la espalda y caminar solos junto a su alma.
El camino es largo, por tramos cambia mucho, a veces encuentras barro, otras veces piedras y en algunos tramos es hermosa, perfecta y tranquila. Hay que ser valientes, determinados y tener un alma fuerte para poder recorrerla. Hay muchas flores que no pudieron llegar al final.
Esas flores me dan pena, no pudieron saber lo que les esperaba al final del largo y complicado camino. Tal vez les esperaba un gran jardín, o simplemente una pared sin salida, sin gracia. Me pregunto a menudo si aquellas flores se sintieron solas a mitad del recorrido.
A veces me siento sola, este jardín es inmenso y veo flores de todos los colores y tamaños a menudo, algunas acompañadas y otras tantas solitarias, al igual que yo. Me gustaría ser el dueño del jardín, regar a cada flor y darle todo lo que cada una necesita para que puedan volar todas a la vez.
¿Quien sera el verdadero dueño del jardín? ¿Estara enterado de que algunas flores estan solas, tristes y faltas de amor? El sol no llega a todos los rincones, y en algunas esquinas los musgos y malezas no dejan a las flores respirar.
Me gusta nadar, el agua me da paz, aunque a veces el exceso de paz acompañado del silencio me da miedo. ¿Sabías que hay flores que no saben nadar? Qué harán si el dueño del jardín no viene pronto y el agua tapa las raíces de todas las flores del jardín? ¿Acaso van a morir?
Escondo mis espinas para que no lastimen a las flores que pasan junto a mi, me alejo antes de que ellas se acerquen demasiado, quiero cuidarlas. Quiero que se eleven y sean hermosas. Soy la flor más azul, la flor más fría, que llora en silencio cuando el jardín duerme.
Un niño de zapatos rosas paso frente al jardín, me miró y dijo.. -Flor azul, ¿porque eres tan hermosa?
Solo negué con la cabeza. No soy hermosa, soy horrible y ordinaria. No puedo creer lo contrario, niño de zapatos rosas. -¿Acaso no has visto las demás flores del jardín?-dije apenada.
Los días en el jardín son iguales, el sol sale por el este y se oculta por el oeste. Espero a que el dueño del jardín venga a regarme y me quite la maleza de encima. Pero poco a poco me voy ahogando un poco más. -¡Sálvate flor azul!- me susurra un ángel. -tu puedes, creo en ti.
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Mi jardin
FantasíaEn el jardín hay muchas flores, a veces parecen pocas, pero cuando te paras justo frente a la entrada puedes ver que son millones. Hay otras cosas dentro del jardín y fuera de él, no necesitas ser tan inteligente para entender de qué hablo. - Atte:...