Mi jardin

Pétalo 2

Sigo siendo aquella flor azul, la flor más fría del jardín, que por momentos es cálida y hace sonreír a los niños. Y en otros momentos llora en silencio, secando sus lágrimas con sus hojas verdes y ásperas.

Las nubes lloran conmigo, ellas me entienden. Saben que es lo que siento en mi interior, es como si fuéramos una sola esencia.

Cuando el sol sale todo esta bien, miro a mi alrededor y todo es normal, el dia y las horas pasan igual que siempre, veo a las demás flores y a los niños, todo es igual. Solo yo he cambiado.

Entre las flores azules que hay en el jardín, todas fuimos plantadas una lejos de la otra, no entiendo cual es la lógica del jardinero. A veces es difícil coincidir. Pienso, si somos iguales deberíamos estar juntas, ¿no? Pero, si estamos juntas, ¿quién va a preocuparse por las demás flores? Ninguna flor es mas empatica que las azules en todo el jardín. Eso es lo que los árboles dicen de nosotras.

Hay un árbol en especial, que estuvo a mi lado desde mi nacimiento, siempre se a preocupado por darme la sombra suficiente y desviarme agua a través de sus raíces sin pedirme nada a cambio. Estoy muy agradecida con mi árbol. A pesar de que a veces a sido un arbol agresivo y más en las tormentas cuando el viento era cruel y despiadado. Se que solo fue porque estaba solo al igual que yo, y necesitaba descargar su frustración en alguien más.

Vuelvo la mirada hacia el cielo. Hoy no tenía ganas de acercarme hacia la luz, así que me alimente menos. Mis hojas estan caidas aunque no me estoy marchitando,¿Hará esto que el jardinero me visite?

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Estos dias eh estado sola en el jardín como siempre. Oigo a los árboles a mi alrededor, hablando entre ellos, son tan felices.

A lo lejos, y no tan lejos, una flor de color rosa con unos tonos desgastados de azul en sus puntas me observaba con una media sonrisa. Al principio no lo entendía, ¿Qué es lo que estás buscando?

Le devolví la sonrisa y para cuando caí en cuenta ella ya estaba a mi lado.

-Hola flor azul -dijo con una voz dulce. -Hola -respondí tímida.

Hacía mucho que no hablaba con otra flor rosa y eso me ponía nerviosa.

Ella me conto mucho sobre su vida en el jardín, era una flor especial. Lo note por el color de sus pétalos y pude confirmarlo conforme hablaba con ella.

De pronto las horas interminables del día se hicieron más cortos mientras hablaba con mi nueva amiga.

-¡Adios flor rosa, espero vernos mañana y seguir escuchando mas de tus historias! -dije mientras daba media vuelta para irse.

Ella me sonrió, y agitó sus ramas para despedirse.

..Así pasaron los siguientes 7 dias, ella me visitaba y me sacaba las risas más ruidosas que jamás haya escuchado. Quien iba a pensar que yo pudiera reír tanto..