I Was Here

2. Jimin y Lisa

Jimin de 16 años se encontraba esperando el regreso de sus padres, pues sabía que su padre Taehyung no se había estado sintiendo muy bien desde hace tiempo, esperaba no fuera nada grave, sin embargo, debía admitir que tenía un mal presentimiento desde que sus padres habían sacado la cita con Namjoon.

- ¿Aun no se ven?

Escuchó a su hermana preguntar, Lisa de 14 años de igual manera estaba preocupada, pues hace apenas dos días le tocó ver como la nariz de su padre comenzaba a sangrar en medio de la cena, lo cual le alarmó demasiado.

- No, pero ya se tardaron... ¿quizá sea algo bueno? puede que hayan ido por la cena o algo parecido

- Si, probablemente

Ambos querían convencerse de que todo estaría bien. Pocos minutos después escucharon el coche de sus padres llegar, ansiosos esperaron a que sus padres entraran por la puerta.

***

Ambos bajaron del coche y Taehyung observó su pequeña, pero acogedora casa como si fuera la primera vez que la veía, y es que había una historia detrás de esa casa, una relación que poco a poco creció y una familia que se conformó con sacrificios y determinación.

- ¿Entramos? - preguntó Jungkook al ver la actitud de su esposo.

- Tengo miedo de su reacción, lo último que quería era ser alguna vez la causa del sufrimiento de mi familia - confesó, a pesar de intentar ser fuerte, ahora mismo estaba muriendo de miedo al saber que sus hijos pronto estarían sufriendo por él.

- Lo sé, cariño, pero es algo que no se puede ocultar

Taehyung suspiró, sabiendo que su marido tenía razón, así que se armó de valor y entró a la casa, siendo recibido rápidamente por sus hijos.

- ¡Papás, por fin llegan! nos tenían preocupados - regañó Lisa.

- Lo sentimos, pasaron cosas - se disculpó, Jungkook.

- ¿Y entonces? ¿que les dijeron? ¿Que horrible medicamento te dieron, papá? - preguntó Jimin esperando buenas noticias.

Tanto Jungkook como Tae no pudieron evitar mirarse, sus hijos parecían esperanzados por escuchar que todo estaba bien, que era un padecimiento sin importancia y que pronto mejoraría, como deseaban poder sonreirles y decirles lo que ansiaban escuchar.

- Mis pequeños amores, necesitamos hablar, por favor vamos a sentarnos 

Ambos jóvenes miraron desconfiados, pero obedecieron, Jimin y Lisa se sentaron en el mueble frente a sus padres, Taehyung estaba buscando las mejores palabras para explicar, pero se estaba dando cuenta que estaba demorando inútilmente, pues no importaba como se los dijera, la reacción sería la misma.

- Namjoon me revisó, valoró cada uno de mis síntomas... mis pequeños, por favor, deben ser fuertes, sé que esto no será fácil, pero... - su voz se estaba quebrando, miraba a los ojos temerosos de sus hijos y sabía que estaba a punto de romper sus corazones.

Jungkook se dio cuenta de lo difícil que estaba resultando para su esposo, así que decidió ser su apoyo a pesar de lo roto que se sentía con la terrible situación - Su padre... tiene Leucemia - ambos chicos se quedaron sin habla, Jimin no conocía mucho de la enfermedad, pero alguna vez escuchó a su padre y a su abuela hablar que su abuelo había muerto por esa misma enfermedad, en el caso de Lisa era diferente, ella que tenía el sueño de ser doctora conocía mucho de la enfermedad y rápidamente se levantó y miró angustiado a su padre.

- Pero, ¿te vas a curar, verdad? la ciencia ha avanzado mucho y podemos...

Taehyung negó con la cabeza - No hay cura, bebé, no para mí, yo... Dios, sé que no es nada fácil pedirles que acepten esto, pero... - Jimin negaba repetidamente.

- ¡No! tu no te puedes morir, no puedes dejarnos, ¡NO! - y sin más, Jimin subió a su habitación, Jungkook había visto venir la reacción de su hijo, de los dos, el más apegado a Tae siempre había sido Jimin, suspiró y fijó su vista en su pequeña princesa, quien parecía aun en estado de shock.

- ¿Nos vas a dejar? - escuchar la voz quebrada de su hija le rompía el alma.

- Yo... no quisiera, pequeña, pero... parece que así será

La joven se acercó y abrazó a Taehyung, el llanto comenzó sin poder ser detenido, Jungkook acariciaba su cabello, no podía hacer más.

- No quiero que te mueras, eres mi papá, quería que me vieras crecer, casarme, que conocieras a mi pareja, a mi familia, quería que ellos te conocieran a ti... 

Taehyung abrazaba fuertemente a la menor, él también quería todo eso, verla crecer, verla convertida en toda una mujer trabajadora y con familia, pero la vida es como es y uno no puede cambiarla - Lo único que puedo prometerte es que siempre estaré para ti, siempre tendrás mi protección, si es cierto que hay algo después de la muerte, te aseguro que aunque no me veas, siempre estaré ahí para ti - el llanto no cesaba.

Por parte de ninguno de la familia Jeon.

***

Taehyung escuchaba los sollozos de su hijo, no sabía si entrar o no, sabía que de los dos, a quien mas había consentido era al joven de 16 años y es que, cuando lo adoptó, Jimin no hablaba, no podía comunicarse por todo lo que había vivido a sus escasos 4 años, un niño victima de violencia, tanto física como emocionalmente, lo habían vuelto temeroso y retraído, así que se dedicó a darle todo el afecto que sus padres de sangre le habían negado.

- Jimin... ¿puedo pasar? - preguntó, aun cuando sabía que como padre podría entrar sin preguntar al cuarto de su hijo, pero ahora mismo sentía que debía ser cauteloso.

- Sabes que si, papá

Entró lentamente, acercándose a su hijo, quien miraba la primera fotografía que se tomaron como familia - Jiminie... - el joven se acercó de manera abrupta, abrazando a su padre de una manera tan necesitada, que todo dentro de Taehyung se terminó de desmoronar.

- Te quiero, te quiero mucho, no quiero dejar de verte, no quiero que te vayas, no es justo... te necesito, papá, por favor no desaparezcas

Taehyung lo abrazó fuertemente y en silencio, pues no sabía que más hacer ni que decir, no había nada que pudiera consolar a su pequeño, porque no podía darle nada, ni esperanzas, ni un milagro, el destino había elegido, y lo único que podía hacer es permitir que su hijo sacara todo su dolor, y entonces, quizá poder lograr que en el próximo tiempo se resignaran, porque lo que mas deseaba es que dejar a sus hijos con fortaleza ante su despedida, asegurándose de que ellos estarían bien en su ausencia.

En cambio, Jimin, solo podía llorar mientras escuchaba el sonido del latido del corazón de su padre...

Sabiendo que un día no muy lejano, lo dejaría de escuchar.

*
*
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Confesión: No sé porque me ando metiendo en estas cosas si soy bien pinche llorona
me la pasé llorando mientras escribía, porque no puedo dejar de pensar en la gente que
ha pasado, pasa o pasará por algo así.

Ah, pero bueno.
¡Gracias x leer!