Leal

Bonus

—¡Miraculous Ladybug! —exclamó la de traje moteado.

—Bien hecho, My lady —dijo el chico, extendiendo el puño frente a ella.

—Bien hecho, Chat —respondió, chocando el puño con el de su compañero. Ya con el akuma derrotado, la chica observó con detenimiento al rubio que parecía más feliz de lo normal. ¿Es que acaso ya encontró otra mujer a la que ir a atormentar? Ojalá que no, ella era muy pero muy celosa de su... amigo. Si, amigo... Espera, ¿dónde había escuchado eso? Sacudió la cabeza y finalmente le preguntó— ¿Por qué tan feliz?

—Hicieron una aplicación llamada «¿Cuántos sabes de Chat Noir?»

—Ah —exclamó, y cuando estuvo a punto de jactarse de ser el primer lugar, decidió mejor quedarse callada— ¿Cómo dices que dijiste?

—Que una amiga sacó el primer lugar —dijo emocionado—. Y me describió como alguien leal, ¿no es fantástico?

Esperen, ¿cómo supo él eso? ¿Acaso está espiándola? ¡Él no podía saber quién era ella!

—Bueno, sí, Leal —comentó la chica cruzándose de brazos—. Podría decirse que sí.

—¿Lo has hecho? —preguntó ilusionado

—Recién me entero de ella —mintió explotando la nube de ensueño del superhéroe.

—¿Lo intentarás?

—¿Y para qué? —preguntó, afirmando el cruce de brazos—. Ya tienes a una fan número uno.

—¿Estás celosa?

—Para nada —respondió.

—Bueno, entonces si no estás celosa, me iré a visitar a mi fan número uno en la panadería número uno de París...

—¡Espera, ¿qué?! —exclamó, tomándolo de la cola—. No puedes...

—¿Por qué no?

—Porque... —movió con rapidez su cabeza, cuando el sonido de sus aretes la alertó—, su padre... eso su padre —Chat Noir la miró, confundido—. Recuerda la última vez, ¿Quieres que te vuelva a dar unos buenos golpes por molestar a su hija?

—No te preocupes por mí, bichito —sonrió, acercándose a su celosa compañera y la olfateó—. Cuida tus celos, hasta aquí los huelo, que siempre puedo entrar a la habitación de Marinette por su balcón.

—¡Uy! —protestó la de coletas tomando su yo-yo con molestia para lanzarlo y volver a su casa.

Chat Noir la vio alejarse divertido. Molestar a su lady de esta forma estaba convirtiéndose en su segundo deporte favorito, el primero era llamar Amiga a Marinette, pero eso no debía porque saberlo.

Dio un salto y perdió la transformación para dejar salir a Plagg ofreciéndole un queso.

—¿Realmente iremos a la casa de tu amiga?

—No —negó, colocando las manos en los bolsillos de su pantalón—, le dije a mi padre que iría a preguntarle algo a mi profesor de chino suplente —le guiño el ojo derecho—, así voy a ir a para agradecerle la aplicación, se nota que el notebook que le regalé le está siendo muy útil.

Plagg suspiró, antes de terminarse de comer el Camembert de sus manos.

Que Adrien y el maestro Fu estuvieran siendo tan amigos no le gustaba para nada.

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Le ha ido tan bien, que publique el bonus que tenía planeado hace tiempo xD El capitulo de hoy me dio ganas de escribirlo xD

Saludos~