° 10 °

10 1 0
                                    

Un día loco y una noche dolorosa.
Así lo describiría yo.

11:45 de la madrugada.

Me senté en la cama, aún con sueño, pero me estiré y finalmente me decidí por levantarme, ya que Estela no estaba en cama y escuchaba unos ruidos extraños en la cocina.

Me acerqué al marcó de la entrada de la cocina y observé qué Estela estába preparando algo para... Desayunar? Almorzar? Realmente no sé ni qué era, pero si había comida, yo estaba felíz, asique simplemente opté por ir hacía ella con el mayor sigilo qué me permitían mis pies y la abracé por la espalda, colocando mis brazos alrededor de su cintura, para luego, apoyar mí mentón en su hombro izquierdo.

-Nico!?....- Suspiró.- Me asustaste....- Río levemente y siguió cortando algo.

-Perdón, es qué no te encontré en la cama y me preocupe... ¿Cómo dormiste?- Dije ahora mientras la soltaba y me paraba a su lado, mientras miraba lo qué estaba preparando.

-Bien, mejor qué otras veces a decir verdad.- Río nuevamente y... Agh... Mierda, sentía qué cada ves qué la escuchaba reír me iba a morir de un paro cardíaco.
Tomó una parte del sanguchito qué había cortado y me lo extendió, me acerqué más a ella y me lo dió en la boca, para después sonreírme y seguir cortando.

-Por cierto Nico...- Hablo tranquila mientras cortaba.- Qué pasó... ¿Qué pasó con tus papás?...

La miré ahora a ella y la observé un momento, a lo cuál se avergonzó y apartó la mirada.

-Sé qué no debería meterme porqué tal vez no es algo qué me incumbe, pero... No sé...- Se detuvo y ahora volvió a mirarme.

Parecía dudar si continuar con esa charla o cambiar de tema. Suspiré, me acerqué y besé suavemente su mejilla.

-Tranquila... Yo me encargo ahora.- Y dicho eso salí de la cocina y fuí a buscar mi celular.

32 llamadas pérdidas y 24 mensajes.

Desbloquee él celu y ví que las llamadas perdidas y mensajes eran de diferentes personas. Mis hermanos, Florencia y Lautaro, mí mamá y los boludos de mis amigos.

No tenía muchas ganas de hablar con todos ellos a decir verdad, pero debía hacerles saber qué estába bien, asique opté primero por enviarle un mensaje a mí mamá.

"Mamá, estoy bien, estoy en la casa de una amiga, no te preocupes. Pero por ahora no quiero qué después de ver este mensaje me llames, porqué no te voy a atender. No tengo ganas de hablar con nadie. Perdón por haberme ido así de la nada, pero ya no aguantaba más. Cuándo me sienta mejor, te llamó yo. Te quiero mamá."

Lo envíe y me dispuse a escribir ahora en el grupo dónde estaban sólo mis amigos.

"Che, estoy bien, no sé preocupen por mí, tuve una pelea con mi papá y la verdad no tenía más ganas de aguantar eso. Estoy en la casa de una amiga. No me llamen porqué no los voy a atender, no tengo ganas de hablar. Cuándo me sienta un poco mejor hablamos."

Suspiré un poco y volví a apagar el celular para qué no me llegarán más llamadas o mensajes y volví con Estela.

Cuándo volví a entrar en la cocina ella estaba terminando de cortar los sanguchitos tostados y de preparar huevos fritos.
Ésto es parecido a High School Musical cuando preparaban algo para comer, altos gringos. Pensé, riéndome pará mis adentros.

°La chica de mis sueños°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora