Tartarus - El Abismo sin fin

La Bestia

Estoy sediento, quiero beber de tu sangre, 

estoy sediento, quiero comer de tu carne, 

estoy sediento, quiero verte salvaje, 

estoy sediento quiero hacerte maldades, 

estoy sediento, y eso se nota a primera vista, 

tengo antojos sangrientos, que veré cuando te desvistas, 

quizás eres lista, pero no imaginas el horror, 

de un dolor que es imposible a que te resistas, 

de masoquista, te graduaras con el mayor honor, 

y eso no te quitara valor, eso no te hará distinta, 

eso no te hará diferente por tratar de describir, 

todo aquello que sientes cuando te devoro hasta morir, 

comenzaría con tu vientre, luego empezaría a subir, 

en tu cuello se clavarían mis dientes, mientras que mis garras te harían gemir, 

de placer y de dolor, porque se que a ti también te gusta el olor, 

de la sangre, al igual que yo, no te da temor, 

a que te desgarre, a que te desangres, y en eso pierdas el control, 

cuando dentro de ti acabe, cuando dentro de ti me encuentre, 

cuando dentro de ti yo clave, una estaca justo debajo de tu vientre, 

y no te daré mas detalles, no valla a ser que yo me tente, 

y me meta en el personaje que te matara muy lentamente, 

estoy demente, te daré probar un brebaje y actuaras inconscientemente, 

nada mas cuando yo baje y a tu zona mas ausente, 

a tu zona mas aislada, sonaras incoherente, 

cuando te acaricie brutalmente esa pálida piel rosada, esa piel mojada,

no podrás hacer nada, ya que te mantengo atada, a mi lengua desenfrenada, 

te noto alterada, es tu primera vez? 

te colocare de al revés para que estés menos asustada, 

tranquila que no te va a doler, si me llego a equivocar de entrada, 

contigo jugare como si fueses mi presa, porque te estresás? 

deja que te traspase con la punta de esta afilada flecha, 

estas tan estrecha, tan tensa, te daré unas palmadas, 

quiero verte calmada para que aprecies como mi espada lentamente te atraviesa, 

los gemidos no cesan, y eso que aun no he llegado a tus profundidades, 

somos dos mortales que pronto conocerán el infierno y todas sus maldades, 

dentro de este encierro donde el pecado nos invade 

y donde los mas dulces sueños se convierten en los pecados mas banales, 

yo no quería hacerte daño, pero ya es tarde, 

despertaste a La Bestia que dormía desde hace años, 

o de haces días, lo extraño es que solo contigo quiero hacer orgías,

como me gustaría, sentir la silaba de tu boca seca, 

como me gustaría sentir la sangre fría de tus venas huecas, 

como me gustaría que digas que aun no estas satisfecha,

porque así mas me divertiría en mantenerte presa,

en mis brazos mientras mi boca besa el trazo de tu silueta, 

el trazo de tus cicatrices, conmigo te sentirás completa, al admirar mis días grises.