Rayito de luz | Hyunlix; stray kids.

Enfermo.

Se despertó en medio de la noche, corriendo al baño. Cuando llegó, se arrodilló frente al inodoro y devolvió todo lo que Minho había preparado esa noche. Se quedó en el suelo un rato, tratando de regular su respiración y volver a reincorporarse. Durante días había estado peleando con los mismos síntomas, la comida que Minho estaba preparando últimamente seguramente debe estar malísima.

Se levantó del suelo, se lavó las manos y se enjuagó la boca, se humedeció un poco la cara, pero todavía sentía disgusto por todo lo que había vomitado. Suspiro una última vez antes de poder volver a la cama.

Al día siguiente, se levantó con calma, como siempre, pero cuando se levantó tuvo un ligero mareo. Seungmin había pasado por la habitación haciendo el mismo ruido exasperante de siempre y levantándolos a todos. Tanto ruido podría afectar o definitivamente se estaba enfermando.

Ignorando su reciente incomodidad, se preparó para comenzar un nuevo día, una nueva agenda. Desayuno o lo intento porque después de unos minutos devolvía todo de nuevo, sintiéndose frustrado. No podía enfermarse, estaban a punto de salir de gira y, si algo fallaba, todo sería un desastre dentro del grupo.

Ya aliviado, se acercó a Chan, quien se encargó de revisar la agenda ese día mientras sostenía una taza de café en sus manos, se veía bastante concentrado, así que decidió no molestarlo. Fue a la primera habitación donde jugaba Minho, a quien sabe que en la cama con Hyunjin, mientras Jisung los miraba con una sonrisa desde el frente.

Luego caminó a la otra habitación donde solo Jeongin y Seungmin estaban viendo algo en el teléfono del menor y optó por no molestar tampoco. Entró en la última habitación donde solo estaba Changbin, quien apenas lo vio, terminó dándole palmaditas en la cama para acostarse a su lado.

— Buenos días – murmuró Changbin mirándolo por el rabillo del ojo.— Te ves más pálido que de costumbre, ¿estás bien?

— Creo que la comida de Minho me está haciendo mal.– Respondió caminando hacia él.

— Que no te oiga decir eso o te va hacer llorar. De todos modos, si te sientes mal, no deberías exigirte tanto.

Le agradó en el alma oír eso. Estaba agradecido de tener buenos amigos que se preocupaban por su condición física, le dieron los buenos días y estaban con el día a día.

Se acostó al lado de Changbin, donde conversaba con él la mayor parte del tiempo, antes de que Chan les informara que el horario para ese día y los tres restantes había sido cancelado. Fue en su conversación que perdió el hilo de ella a causa de un mareo.

— Félix, ¿estás bien? – Preguntó Chan, notando el repentino cambio de su amigo.

Changbin prestó atención a ese comentario y lo miró preocupado. Woojin, quien resultó estar fuera, entró a la habitación por curiosidad.

— Estás más pálido que antes.– Comentó Changbin, quien con su seriedad ocultó su preocupación.

— Estoy bien, no te preocupes.– Respondió, sintiéndose incómodo por todos los ojos sobre él.

Chan y Changbin escucharon y siguieron hablando. Excepto Woojin, que lo miró con atención, dándose cuenta de que había algo más, pero simplemente se fue como él mismo había llegado.

El medio día había llegado y nueve personas estaban en una pequeña sala de estar decidiendo cuál sería el almuerzo para ese día o haciendo más ruido que cualquier otra cosa. Félix observó cómo Hyunjin se reía con Minho mientras ambos molestaban a Jisung y se sonrojó un poco cuando vio su hermosa sonrisa.

Le hacía feliz tenerlo cerca, incluso si no estaba teniendo contacto directo con él. No eran una pareja o estaban en una relación, solo eran amigos que se querían más que los demás, y eso era más que suficiente para los dos. Hyunjin dirigió su mirada hacia Félix y sonrió, lo que hizo que se sonrojara aún más.