Rayito de luz | Hyunlix; stray kids.

La verdad.

Hyunjin había estado inquieto toda la mañana, moviéndose de lado a lado y observando constantemente la hora en su teléfono celular deseando volver a casa rápidamente. Se preguntó si su problema era que no se sentía cómodo en el trabajo, pero las personas que lo rodeaban eran bastante agradables, por lo que rápidamente descartó la idea. Tal vez solo estaba cansado, debe ser eso.

Por mucho que engañara a su mente, no podía evitar sentirse preocupado, claramente conocía la fuente de su ansiedad. Durante varios días había visto a Félix comportarse de manera diferente, como si algo lo estuviera ocultando.

Terminó la pregrabación del programa al que había sido invitado y comenzó el descanso, dejando la habitación hacia la cafetería, mientras todos los demás se encargaban de hacer sus cosas. Se sentía solo, no le gustaba estar lejos de su zona de confort habitual.

Al llegar a la cafetería, tomó su teléfono celular y se sorprendió de la cantidad de llamadas perdidas que recibió de Minho. Fue en el momento en que decidió llamarlo que lo vio correr por uno de los pasillos gracias a los grandes ventanales del lugar, maldiciendo algunas cosas, peleando con un par de plantas y distrayéndose con unas cuantas otras, hasta que sus ojos lo encontraron.

— ¡Félix se desmayó! – Gritó Minho corriendo hacia él, mirándolo con angustia.

Sin preocuparse por nada más, fue con Minho a la enfermería.

Cuando llegó allí, vio a todos reunidos, muy preocupados por Félix, que estaba durmiendo en una cama de la enfermería. Les pidió a todos que fueran a descansar y comieran algo, ya que todos, sin excepción, parecían exhaustos. No muy convencidos de que fuera lo correcto aceptaron, dejándolo solo con un Félix dormido.

Se acercó a Félix y le acarició la cabeza con suavidad y afecto. Verlo de esa manera no hizo más que confirmar que algo extraño estaba sucediendo con él. Sin embargo, todavía estaba igual de perdido.

Se quedó con él a su lado mirándolo dormir y cuidándolo. Hasta que finalmente se despertó.

Felix estaba muy nervioso, sabía que debía decirle a Hyunjin, sin importar su reacción. Era el padre del bebé que esperaba, merecía saberlo y, además, ya no podía soportar la ansiedad que le ocultaba esa verdad.

Quién podía culparlo, ambos tenían tan solo diecinueve años, pero ciertamente estaban llenos de sueños y miedos.

— ¿Desde cuando no te estás sintiendo bien? – Hyunjin finalmente preguntó.

— Desde la semana pasada.– respondió Félix.

— ¿Y por qué no me lo dijiste? Iremos al médico después de que te sientas mejor.

— No es necesario, ya fui

Hyunjin levantó una ceja, luciendo confundido.

— ¿Qué pasa, Felix? ¿Por qué nunca me cuentas estas cosas? – Hyunjin suspira frustrado. Se deja caer en la silla confundido preguntándose si Felix realmente no confía en él.

— No quería preocuparte.– respondió Félix, tratando de no mirarlo a la cara.

— Me preocupas más de esta manera.– Hyunjin se pregunta qué piensa Felix sobre su persona... se pregunta si considera que es una persona incompetente.— No me ocultes estas cosas... Pensé... no, no sé, Félix... pensé que habíamos superado nuestro problema de comunicación ...

— ¿Tuvimos problemas de comunicación? – Félix preguntó confundido.

— No lo sé.– Exaspera Hyunjin tirando de su propio cabello.— A esto me refiero.