Costumbres

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El verdadero daño no fueron las cortadas, eran sólo cicatrices, marcas.
El dolor la inundaba por las noches, desconsolada lloraba.
A veces aparecía en el día bajo el sol de la mañana, más de mil toneladas cargaba.
El de las tardes era pasajero, un vestigio, una silueta desdibujada.
No sabía vivir sin él, su fiel compañía.

Ig: soul.cleaner

Diario De Un Alma A La DerivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora