Especial ramé

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La castaña miró su celular verificando la hora en este, lamentablemente se había quedado dormida ya que estuvo casi toda la noche pensando en que colocarse para su salida con JungKook. Aunque fueran amigos, ella siempre gustaba de verse bien, pero para elegir un buen conjunto debía pensar en cada detalle y más si solía ser tan perfeccionista e indecisa.

— Ah...—. Arrastró las palabras mirando por la ventanilla del taxi 

Agradecía que no hubiera tráfico y el conductor también fuera rápido aunque moderado. Al ver que ya estaba fuera de la cafetería hizo parar al chófer y le agradeció antes de salir.

La muchacha entró al local y miró a su alrededor intentando encontrar al azabache y claramente estaba allí, sentado al lado del ventanal. Caminó directamente hacia él con una sonrisa cálida en sus labios mientras analizaba la elegante vestimenta del mayor, se veía tan maduro y ella estaba feliz de haber tomado una buena decisión con su ropa.

— ¡Perdón, conejito! —. Lo miró apenada mientras tomaba asiento en frente de él 

El azabache miró expectante todo lo que había hecho la contraria y lo que más le causó ruido fue aquel dulce apodo.

— ¿Conejito? —. Levantó una de sus cejas mirando con fijación a la menor — No debo perdonar nada, ya que no me has causado ninguna molestia, pero… Creo que me estás confundiendo con alguien más —. Dijo de la forma más sincera y amable posible

Lalisa lo miró con sorpresa y luego se echó a reír por la boba broma de su amigo.

— Ya. JungKookie debes mejorar en tus bromas, en serio —. Negó divertida, pero el semblante serio del chico le decía lo contrario — Estás jugando, ¿no? —. Habló un poco nerviosa — Dime que es una broma —. Parecía un tanto molesta, ya no le agradaba la situación 

El muchacho negó y suspiró de forma pesada — Yo soy quien no comprende —. Volvió su vista a su café — No la conozco, señorita —. Mencionó con una pequeña sonrisa 

La castaña comenzó a reír nerviosa y enterró sus uñas en su palma intentando controlar su enojo.

— Sabes. Ya no me parece divertido lo que estás haciendo —. Sus ojos comenzaron a picar y su nariz ardía — A-ayer me hablaste para decirme a qué hora nos encontraríamos aquí...—. Respiró hondo antes de continuar — Y-yo soy quien no comprende, Jeon… Si esto es una venganza por tardar, debes parar porque en serio me estás lastimando —. Confesó con sus ojos brillantes

El mayor miró con atención a la bella mujer que tenía enfrente, pero no podía engañarle y solo sacó su celular para demostrarle que él no estaba mintiendo y que ella estaba confundiendo las cosas.

— Puede mirarlo por usted misma, señorita —. Estiró su brazo con el celular en mano para que ella viera con sus propios ojos — No estoy mintiendo, realmente no la conozco, pero tampoco logro saber como es que sabe mi nombre —. Demostró que no mentía, pero la contraria no lo creía aún 

— No me digas señorita, dime Lalisa. No sigas jugando —. Reclamó la castaña — Yo te voy a mostrar la conver-...

Su boca quedó entreabierta cuando notó que ya no tenía a JungKook en su celular, ¿cómo pasó?, no lo podía creerlo. Debía ser una broma muy bien hecha.

¡No podía ser que Jeon JungKook no la conociera!

— ¡Yo lo tenía aquí! —. Levantó la mirada enfrentando la del chico — No te estoy mintiendo… Nosotros nos conocemos, conejito —. Intentó hacerle creer que era cierto

— Está bien, Lalisa —. Aquella voz grave trajo a la realidad a la castaña — Creo que me confundió con alguien más —. La miró de forma triste — Espero que pueda hallar a su conejito —. Sonrió de forma cálida 

RAMÉ 灾难 LISKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora