Pocas cosas le generaba tanto miedo a Máxime como las historias de fantasmas. Siempre había sido una fan acérrima de lo sobrenatural y aunque no se destacaba por su valentía, nunca desaprovechada ninguna ocación en la cual pudiera escuchar cualquier historia de terror. Si bien el mundo actual era la misma encarnación de las pesadillas, todavía guardaba para sus adentros un destello de sorpresa para todo aquello que se refiriera a lo grotesco. Fran sabía eso, y lo aprovechaba con creces, pasaba horas enteras junto a la muchacha contándole relatos fantásticos y extraordinarios, historias que habían sido el único legado que su joven madre le había enredado antes de morir, y los que el guardaba en su mente con todo el cariño que le cabía en el pecho.
- eres muy bueno contando cuentos, no me canso de escucharte contarlos -
Max disfrutaba de la compañía de Fran, y aunque casi diez años de diferencia se interponian entre ambos, ella no podía evitar sentir cosas extrañas en su cuerpo por el, Francis la había rescatado de los chasqueadores justo cuando uno de ellos había alcanzado a su hermano y a su padre, asesinando a ambos, el había salido de la nada y con con una destreza que ella jamás había visto acabó con el monstruo sin piedad alguna.
- tal ves mañana te cuente otra con más fantasmas- Francis acarició el rostro de Máxime haciendo que la joven se sonrojara sin poder evitarlo, mientras le sonreía dulcemente- ahora debemos salir en busca de proviciones, se acerca la noche y aún no emos echo nada, no podemos darnos el lujo de desperdiciar el tiempo, aunque para mí no es perderlo si es que estoy contigo. Max eres la mejor compañera que pude haber tenido, vamos-
Salieron de su refugio con toda cautela, afuera las bestias rondaban por las calles como peste negra, y cualquier sonido podría desatar un ataque inminente de aquellas desagradables criaturas.
Caminaron largo rato por las calles de la ciudad fantasma, cadáveres echados en la acera era los adornos que dejaban a su paso las criaturas que habían precido después del Halo, Max recordaba como el horror fue creciendo paulatinamente en su vecindario, los gritos de sus vecinos, los muertos caminando por las calles, reanimados, los monstruos que llegaban de todas partes , la desesperación mostrando sus fauces cada ser humano, y ella escapando con su padre y hermano, de aquí para allá , hasta ese día nefasto en el que fueron devorados por el chasqueador. A sus 17 años estaba sola, o casi, le que Francis siempre estaba junto a ella.
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EL HALO
RandomCuando el HALO apareció por primera ves en los cielos nadie le dio importancia , la vida trascurría como siempre , y lo urgente se adueñaba como era de costumbre de lo mas importante. Así fue que cuando el infierno se desato en la tierra , nad...