Pensamientos de Junio

Realismo vs. Realidad

Filosofando un poco sobre los movimientos pictóricos de los últimos siglos, caímos en cuenta de un tema anacrónico: el realismo.

Esa realidad que, últimamente, vemos en nuestras pantallas nos conduce a apreciar el mundo con una percepción errónea. ¿Alguna vez se lo habían cuestionado? Es un pensamiento extraño y lo sabemos. Sin embargo, léannos un poco más y van a entender a qué nos referimos.

Hace un par de siglos, el romanticismo exageraba los aspectos "perfectos" de los individuos, puesto que se les retrataba como ideales y basados en sus gustos y preferencias; lo que la persona quería y no como realmente lucía. Además, debemos recordar que en ese momento, la pintura no era democratizada. Esto en sentido de que no todos tenían acceso a ella. Por esto mismo, el movimiento realista vino a romper con los dogmas de la sociedad. Se enfocó en presentar, valga la ironía, la realidad social, y en cuyas obras se demostraban la situación clandestina de los trabajadores; pinturas que enseñaban la tristeza y agonía que vivían ciertas personas; y también, una característica relevante, la reducción de la sobre-valoración personal.

Viajando de vuelta al futuro podemos ver como el romanticismo se asemeja a nuestras redes sociales. Estas se llenan de publicaciones modificadas y arregladas de forma en la que se pueda exaltar solo lo que nos interesa; dejamos de lado el potencial alcance que tienen y su optimización como herramienta para el desarrollo. Hemos caído en un juego. Sus reglas, lastimosamente, se basan en llamar la atención y dar falsas percepciones. ¡Es momento de que el realismo renazca! Abrámos los ojos a la verdadera imagen del mundo. Una en la cual, sorprendentemente, miles de millones de personas siguen viviendo con menos de un dólar al día. ¿En qué mundo utópico nos hemos querido encerrar? ¿En qué burbuja pretendemos vivir? Dejamos de lado la realidad de la vida; dejamos por fuera lo que de verdad agrega valor; todo esto, para ser aceptados. Por esto, las palabras de Umberto Eco retumban en nuestra cabeza:

"Todos los blogs, Facebook, Twitter están hechos por personas que quieren mostrar sus propios asuntos privados al precio de hacer falsificaciones, para intentar aparecer como no lo son, para construir otra personalidad, que es una verdadera pérdida de identidad."

No lo tomen en forma de regaño, sino de llamado de atención. Siendo honestos, nosotros también caímos en el juego de las redes sociales. Se han tornado en una necesidad de nuestra vida y no nos damos cuenta del daño que nos están causando.

Queremos dejarlos con un último comentario: recuerden que hasta la rosa más bella tiene espinas.