Valoremos lo que sigue...

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¿Alguna vez han considerado el peso que llevan consigo los mensajes que transmitimos? Más aún, ¿han analizado el valor de las palabras y cómo las utilizamos?

Muchas veces nos dejamos llevar por lo que queremos decir y no damos espacio al pensamiento. Cerramos la mente y abrimos la boca. Esto lo que causa es que hablemos sin sentido o, en el peor de los casos, digamos cosas que no debemos.

La comunicación es un aspecto fundamental en nuestro convivir diario. Transmitiendo deseos y necesidades es como logramos solventar la mayoría de los inconvenientes. Sin embargo, podemos caer en un juego de "¿cuál es la intención detrás del mensaje?".

De esta forma es relevante tomar en cuenta que, muchas veces, nuestra intención no concuerda con el mensaje transmitido. Las palabras que usamos; el énfasis y entonación; y varias razones más, hacen que no seamos comprendidos.

¡Ojalá fuera nada más no ser entendidos! Es propenso a suceder el que nos tomen a mal; todo por una simple palabra. ¿Cómo puede ser posible? En realidad, es sumamente sencillo. Una palabra mal puesta, y no una mala palabra per se, puede ser motivo de incomprensión.

¿Cómo logramos, entonces, que comprendan nuestra intención? En resumidas cuentas: escuchando para entender y pensando antes de hablar. Innumerable cantidad de ocasiones nos dejamos llevar por nuestras emociones y respondemos con lo primero que se nos viene a la lengua, no a la mente. Es aquí donde las palabras pierden su valor. Ese valor fundamental que nos lleva a ser entendidos se pierde en el momento que una reacción química nos controla.

Recordemos que no todos pensamos igual; asimismo, no todos entendemos con la misma intención. Nuestras palabras podrán salir de forma amena, pero ser interpretadas como hirientes. Por esto, pensemos antes de hablar, valoremos lo que pensamos y, después, procedamos a comentar.

Nuestra intención podrá ser una, pero la interpretación del otro dictará el resultado

Tal vez no es un análisis profundo del verdadero valor o significado de la comunicación; pero sí es un intento de revivir un tema olvidado: nuestra valoración de las palabras. Podrán considerar que no vale la pena, pero ahí les quedará picando la pregunta.

"Antes de hablar, piensa lo que vas a decir; la lengua, en muchos, precede a la reflexión." Isócrates.

Pensamientos de JunioWhere stories live. Discover now