XII

29.5K 2.9K 843
                                    

Izuku estuvo por un rato buscando su melón, pero se dio por vencido, por lo que decidió prender la televisión.

Mientras veía las noticias, la puerta de la habitación fue nuevamente abierta... Esta vez era su madre.

En un parpadeo, Inko corrió hasta donde se encontraba su hijo y le dio un fuerte abrazo que fue correspondido.

Me alegro de que estés bien -dijo Inko mientras que sus lágrimas no paraban de caer-

Lamento haberte hecho preocupar -contestó Izuku, quien se separaba del abrazo de su madre-

¿Q-qué fue lo que paso? -preguntó Inko-

Ante esto, el peliverde le contó todo lo que había ocurrido dentro del almacén, sin omitir una sola cosa.

... Luego de que el sujeto me clavó el cuchillo, le escupí sangre y le di un golpe en la cara antes de desmayarme -terminó de relatar-

Estuve muy preocupada cuando me lo contaron... Pero ¿por qué no llamaste a la policía? -preguntó nuevamente-

B-bueno, se rompió mi teléfono -respondió apenado-

Inko solo suspiró... Eso ya no importaba... Ahora su hijo estaba sano y salvo.

Conocí a tu amiga -dijo Inko mientras recogía las envolturas de chocolate que Gran Torino había tirado al piso-

¿C-cuál amiga? -preguntó un tanto nervioso-

Ya sabes... Anko-chan -respondió la peliverde-

Que yo sepa no somos amigos -pensó Izuku-

Ella y su madre han estado haciéndome compañía mientras esperábamos que despertaras -habló Inko-

Que amables de su parte -dijo Izuku-

Justo en ese momento, la puerta de la habitación fue nuevamente abierta dejando ver a Yasaka y Anko.

Que alegría que ya estés despierto, Izuku-kun -dijo Yasaka mientras le daba un pequeño abrazo-

Después de separarse del abrazo, Yasaka comenzó a disculparse por lo sucedido, pero Izuku le dijo que ella no había tenido la culpa de nada. Luego de eso, los 4 estuvieron hablando por un rato hasta que una de las enfermeras avisó que ya había concluido el horario de visita.

Bien, nosotras nos retiramos... ¿Nos vamos por ahí, Inko-san? -preguntó Yasaka mientras se ponía de pie-

Está bien -respondió Inko- Mañana vendré temprano para hablar con el doctor

Izuku asintió y se despidió de las tres. Cuando pensaba que por fin estaba solo, nuevamente la puerta fue abierta.

Ho-hola, otra vez -dijo Anko mientras sostenía una pequeña caja-

Hola... P-pensé que ya te habías ido con Yasaka-san y mi madre -habló Izuku un poco extrañado-

L-lo que pasa es que... -debido al nerviosismo, no pudo terminar de hablar-

Maldita sea, Anko... No te pongas nerviosa... Ese tonto ya no te recuerda, por lo que tú también debes olvidar el pasado -pensó Anko-

Rápidamente, Anko se acercó hasta Izuku y le entregó la caja.

U-un regalo -fue lo último que dijo antes de irse corriendo-

Y nuevamente Izuku se quedó solo, con una caja misteriosa.

Plan B - "Shiketsu"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora