Capitulo 3

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Diane y Honey se encontraban sentadas una frente a la otra en lo que, desde fuera, parecía una competencia de miradas.

Pero en realidad Honey estaba intentando evitar que Diane se colara en sus recuerdos y Diane estaba tratando de descubrir qué pasaba luego del beso de su shipp.

— Vamos, dime, por favor— lloriqueó la rubia luego de rendirse sobre el asiento.

— No.

— Qué te cuesta.

— Mi dignidad.

— Osea básicamente nada, no entiendo tu punto, Hil...

Honey saltò a taparle la boca de su hermana antes de que esta pudiera decir el resto de su verdadero nombre.

— Callate, alguien te oirá.

— Y ese alguien podría ser Sirius o James... No querrías eso ¿verdad?

Honey entrecerró los ojos. Así que ese era el juego.

— Le dices a alguien mi nombre y yo le digo a Slughorn que eres legermaga, a ver si logras ser tan buena alumna sin leer las respuestas en la mente de los profesores.

Diane sonrió con ironía.

— Al menos soy buena alumna...

— Chicas, chicas, no hace falta que peleen por mí — interrumpió Sirius entrando en el andén, seguido por Remus, James y Peter. Solía usar esa frase cada vez que entraba a una habitación con las dos chicas.

—Nadie pelea por ti —Honey se revolvió en su asiento. Sirius la miró raro, durante unos instantes.

—Honey, ¿qué te...?

—¡Que lo dejes de una vez, Diane!

—¿Qué deje de una vez qué?— preguntó Diane con una sonrisa inocente.

Honey enrojeció y miró a James de reojo, el pelinegro le obsequió una de sus galantes sonrisas. Apretó la mandíbula y refunfuñó en alemán, para que los demás presentes no entendieran:

Ich werde dich nicht sagen, du winzige ratte. (no te diré nada, rata insignificante)

Das werden wir noch sehen (ya lo veremos)

Flashback

Cuando se separaron, los ojos de Honey brillaban mientras su corazón parecía haber corrido tres maratones seguidas.

Pero en los ojos de James no había nada más que miedo. Se separó de Honey, confundido, como si acabara de salir de un hechizo de amortentia. Por unos segundos, Honey temió que fuera realmente así y se maldijo por haberle contado sus secretos al maldito Black, quien de seguro le había jugado una broma.

La mirada de James se dulcificó al mirar a su amiga y el miedo de Honey fue bajando lentamente.

— Honey, yo..— comenzó James, acariciándole suavemente la mejilla.— Realmente no sé por qué hice eso...

Honey sonrió ligeramente, algo aliviada, pero sin saber bien por qué.

— Yo tampoco.

Diane se mordió la mejilla por dentro para no gritar de impotencia. Miró con odio a James y se levantó para estamparle una cachetada.

James se llevó una mano a la mejilla y se la frotó sorprendido—. Que Sirius y tu tengáis problemas sexuales no os da derecho a descargar vuestra ira en mí... —se quejó James, ganándose otro golpe de parte de Sirius—. Lo que decía...

The Choice ~ James Potter (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora