2. ¿Corazón o cerebro?

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En aquel momento , después de escuchar aquella conversación que no debí escuchar , no me encontraba bien así que decidí que lo mejor sería saltarme las ultimas tres horas e ir a algún lugar alejado hasta la hora de volver a casa.

Cuando acabo la clase de biología me puse a caminar por el pasillo y  estaba a punto de salir cuando noté como alguien agarraba mi brazo, me giré para ver quien era y mi sorpresa vino cuando al girarme me encontré con Jesús

-tú, zorra, más te vale alejarte de Sara, como te vuelva a ver cerca suyo te juro que vas a desear haberte mantenido al margen.

-suéltame subnormal, y no te preocupes por eso, no me volveré a acercar a ella, lo pillo, voy a seguir sola siempre.

-Chica lista y ahora desaparece de mi vista , no quiero tener un bicho como tú cerca- Dijo Jesús mientras soltaba mi brazo con asco

Simplemente supe que lo mejor era seguir mi camino hacia el lugar donde tenía pensando ir en un principio, así que salí por la puerta mirando hacia los lados comprobando si había algún profesor, no había nadie así que continúe andando hasta salir del recinto.

Caminé durante aproximadamente 20 minutos hasta llegar al lugar , a mi lugar secreto , el lugar donde siempre iba a desahogarme , a huir de mi asquerosa vida, a reflexionar.
Una pequeña playa apartada de la ciudad , tapada por unos arbustos. Rara vez había alguien allí por lo que era el sitio perfecto para tener un momento de tranquilidad a solas, huyendo del mundanal ruido que nos rodea.

Me senté en la roca en la que siempre solía estar, la roca con las mejores vistas al mar, un mar tan grande, un mar salado como las lágrimas de una persona que se siente mal, las lágrimas que están empezando a ahogarme en este momento.

Me pongo a reflexionar , a pensar que haré, ¿debería hacer caso a Jesús y alejarme de Sara? ¿Debería intentar volver a hablar con ella? Pero , en este caso ¿le causaría algún problema con su nuevo grupo de amigos?

No era un situación fácil, por una parte sabía que lo mejor y lo más fácil sería mantenerme a un margen, seguir como estos años , sola y apartada de los demás, pero en cambio , había algo en esa chica que me hacía arriesgarme, arriesgarme a meterme en más follones con su gente, esa chica no era como ellos , no era como Jesús, como Cristina, ni en general como ninguna persona de aquel grupo .

Después de pensar y darle demasiadas vueltas decidí que tenía que conseguir volver a hablar con ella, al menos tenía que intentarlo, tenía que saber que la pasaba a aquella chica, porque tenía la mirada apagada, porque nunca sonreía. Necesitaba saber que la pasaba , necesitaba ayudarla , hacer o al menos intentar que se sintiera bien.

Puede parecer de loca, pero sin conocer a esa chica sabia que la necesitaba , necesitaba verla reír, verla siendo querida, necesitaba no verla rota.

Porque así soy yo, no tengo amigos y nadie me quiere, estoy rota y cada vez más, pero no puedo ver a la gente mal , por mucho daño que me hayan hecho , no puedo ver a alguien sufrir. Y puede que no conozca de nada a Sara y puede que ella no quiera saber nada de mí , pero necesito quedarme a gusto conmigo misma , necesito saber que al menos lo intente.

Y después de esta reflexión me pregunto, ¿como hay gente que hace sufrir a los demás y disfruta haciéndolo? ¿Como pueden romper a una persona y disfrutar viendo los trozos rotos?. No me queda otra que pensar que hay gente de dos tipos, gente rota que intenta ocultar sus heridas haciendo sangrar a los demás y gente que aún rota intenta reconstruir los trozos de alguien que está en su misma situación.




Decidí que esperaría a mañana , si mañana Sara no intentaba hablar conmigo, cosa que veía poco probable, al día siguiente me acercaría a ella, lo intentaría , no me quedaría con la espinita de no haberlo intentado.

Ella, siempre ella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora