Concentrada en las palabras del profesor, no me doy cuenta del paso del tiempo, hasta que, con unas vagas palabras, esa misma persona le da fin a la clase. Listo, terminó ahí, sin un timbre ni una campana, solo un simple "nos vemos el jueves", y ahí es cuando caigo, miro alrededor, un montón de personas de diversas edades y vestimentas. No lo puedo creer, estoy en mi primer semana de facultad.
¿Cómo?¿Cuándo? La verdad, no tengo la más mínima idea. Sin darme cuenta, la tan esperada graduación ya había pasado, la larga búsqueda de laburo al final no fue tan larga y el gran miedo de terminar una etapa y empezar otra, al final no fue tan grande.
¿Qué decirles? Este libro lo empecé esperando a que pueda ayudar a otras personas que estaban pasando por lo mismo que yo: "la secundaria".
Sin duda una de las más grandes y raras experiencias de lo que va de mi vida, a la cual voy a extrañar mucho.
Me arrepiento tanto de haberme querido apurar en terminarla. Ahora solo quedan recuerdos y una extrañitis aguda a toda la gente que me acompañó en este proceso.
Ya que el libro se llama "consejos de una loca adolescente", acá viene la loca adolescente con su consejo:
Aprovechen TODA la secundaria, lo bueno y lo malo, los va a llenar de mucho conocimiento (no estoy hablando solo de los libros), les va a formar el carácter, les va a hacer conocer gente maravillosa y otra que no tanto pero que igual los va a ayudar a crecer, a formarse como personas; y ojo, no hablo solo de los alumnos sino también de los profesores, directores, preceptores, maestranza y todo aquel que sea directa o indirectamente parte de tu secundario.
Ahora si viene el momento en el que le escribo a toda aquella persona que formo parte del mio:
Querido/a nombre apellido,
Ya llego el día, si ya se, re tarde caí pero "mejor tarde que nunca" no?
Era solo para decirte gracias, por ser mi hermano/a, hijo/a, madre/padre, amigo/a, novio/a falso/a, novio posta, ex y/o enemigo/a en la secundaria.
Te quería agradecer entre tantas otras cosas, por bailar conmigo en el medio del patio en pleno recreo sin que nos importara quien estaba viendo, por los millones de abrazos que me diste cuando los pedí y cuando no también, por ser paciente, por regalarme un blockazo, por escucharme y aconsejarme cuando lo necesitaba, por ser la razón por la cual me cambiaron 20 mil veces el nombre, por hacerme reir, por hacerme llorar, por haberme enamorado, por haberme hecho odiarte más de lo que quise, por bailar conmigo en pleno 15 cuando absolutamente nadie estaba bailando, por escuchar mis mil y 1 problemas de amor, por dejarme de lado, por hacerme fan de Supernatural, por hacerme un chiste de mal gusto, por los mimos, por quererme, por odiarme, por putearme, por ser mi Julian Serrano, por las juntadas en Cardales, por enseñarme a jugar al FIFA, por entender que mi melli y yo somos como un combo, por joderme con Aruchu, por bardearme a mis espaldas, por cantarme "el clavelito", por hacerme caras de "qué carajo le pasa a esta loca?", por fingir, por las peleas, por los besos, por cuidarme, por perdonarme, por pedirme perdón, por acompañarme al kiosco, por ser mi primer beso, por entenderme, por ser mi reemplazo, por gritarnos "Reina" cada vez que nos vemos, por ser mi psicólogo/a, por mentir, por discutirme, por dejarme de hablar, por amarme, por las miradas, por ser mi goal, por hacer que cada vez que vea el color amarillo me acuerde de vos, por enseñarme a tocar el piano, por hacer el viaje de alemania mejor, por todo.
También me toca pedir perdón, por las veces que fui más gede de lo normal, por levantar mucho la voz (bueno, gritar), por no haberte escuchado las veces que me quisiste ayudar, por agarrármela con vos los días que estaba de mal humor, por ser tan indecisa algunas veces, por meterme en tu aula cuando no era mi clase, por haber sido mal amiga alguna vez, por haberte insistido tanto, por no haberte dado una segunda oportunidad (juro que me arrepiento), por no acompañarte al kiosco, por dejarte de hablar, por haber sido tan celosa y por tantas otras cosas.
Me llevo dentro una experiencia única y muchos recuerdos que no voy a olvidar jamás. Gracias por ser parte de ellos.
Espero que el destino no sea cruel y que en su debido momento, nos podamos volver a cruzar y recordar los locos, únicos y maravillosos momentos juntos.
Te quiero, te odio, te extraño.
Con cariño,
Ariana Varhulik
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Consejos de una loca adolescente
SpiritualMuchos nos dicen que para recibir consejos hay que hablar con nuestros padres, con especialistas o hasta con profesores, si seguis en el colegio. Sin embargo, lo que nadie te dice es que vayas a pedirle consejos a una persona que está pasando por lo...