Bondadoso Omega| BL - Omegaverse

Capítulo 12

Gracias a todos los que esperaron por tanto tiempo la actualización, muchas gracias por los ya 1k de vistas, jamás creí llegar tan lejos.
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Adrik dirigió su mirada hacia abajo al sentir un estirón en su remera. “… Mami…” Farid trataba de hablar y seguir con el pezón en la boca, eso hizo gracia a ambos omegas. “… ¿Más sobe Papá?...” El omega sonrió, su alfa no soltaba su tetita para que él no se lo quitara.

“Si mí alfa, voy a contarle a Troy sobre Papá.” El alfa se puso atento para escuchar el cuento que su mami iba a contar.

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El omega se encontraba semi-acostado en la cama, mirando un documental de pingüinos mientras amorosamente acariciaba su pancita de 7 meses, esperaba ansioso a que llegara su alfa, tenía hambre y él traería la cena. 

El omega sonrió al sentir una patadita, su cachorro también se encontraba ansioso a la llegada de su padre. “Mí cachito también tiene mucha hambre, ¿cierto?” Rió bajo al recibir otra patadita. “Ya, ya… Pronto llegara papi.” 

Escucho un ruido de puerta y sonrió aún más, su alfa había llegado, se levantó y camino a su encuentro. Unos ruidos provenían de la sala, encontró al alfa acomodando sus abrigos en la percha. “Bienvenido mí alfa.” El alfa lo miro un momento y cerró los ojos dando un suspiro, esto inquieto al omega. “¿ocurrió algo?”  Se acercó a él tratando de abrazarlo por la espalda, pero el alfa giro antes y camino a al sillón.

“Ven a sentarte, tengo algo que decirte.” Pronuncio mientras se sentaba en el sillón, con los ojos cerrados y rascándose un poco el cabello, el omega solo lo miro asombrado, nunca había rechazado uno de sus abrazos, el alfa lo miro. “Vamos Adrik, no tengo todo el día.” Ante el ceño fruncido del alfa el omega se sorprendió más aun, camino y se sentó al lado del alfa, éste suspiro nuevamente. “¿Te acuerdas cuando te había contado que tenía una exesposa y que nos separamos porque ella no podía embarazarse de mí?” El alfa espero la respuesta del omega.

Adrik medito un momento tratando de recordar aquel día. “Si… Me lo contaste cuando estábamos en el parque.” Dirigió su mirada al alfa. “¿Pasa lago con eso?” El alfa miro unos momentos al omega y volteo la vista al suelo. “¿Róman?, ¿Qué pasa?” Trato de poner una mano en su hombro pero el alfa movió su hombro evitándolo, el omega sintió sus ojos aguarce un poco.

“… Me encontré con ella el otro día  en casa de mis padres…” Miró de reojo al omega. “… Tuvo un bebé… El cual es mío y debo hacerme cargo…” el alfa cerro los ojos al sentir el aroma a tristeza liberado por Adrik. “… Por eso creo que es mejor terminar… Todo.” 

Adrik miro al alfa impactado, no se creía lo que acababa de decir. “Espera… ¿Estas terminando lo nuestro?” El asentimiento hecho por el alfa lo hizo enojar. “Pero… Róman, dijiste que estaríamos juntos en esto, lo prometiste.” El omega se levantó rápidamente seguido del alfa, quien giro su cuerpo para quedar frente a frente. “Dijiste que no me dejarías, que no me fallarías como lo hicieron mis padres.” Lágrimas de frustración salieron de los ojos del omega.

“¿Y tu crees que esto estaba en mis planes?, ¿Qué ella aparecería meses después y con mí hijo?” Ya ambos se encontraban muy enojados. “Yo no esperaba esto Adrik, no esperaba que ella volviera, no esperaba enterarme de la nada que tenía un hijo y jamás espere enredarme con un omega y dejarlo embarazado, jamás espere nada de esto Adrik.” La mira del omega hacia el alfa estaba entre dolor y enojo, unas cuantas lágrimas caían de vez en cuando de sus ojos. 

Respiró ondo para calmarse un poco. “Solo eso fui para ti, ¿verdad?, un enrredón para sobrellevar la falta de herederos que tu esposa no podía darte. Si eso pensabas jamás debiste buscarme luego de chocarnos fuera del bar, fui un estúpido al aceptarte en mí vida.” Esas fuertes palabras, aunque lo disimulaba, lograron lastimar a Róman, el sentimiento de amor crecía en ambos aunque ambos querían negarlo en ese momento, se querían, por sobre todo, y por eso dolía tanto.

El alfa cerró los ojos y suspiro, rápidamente tomo firme la muñeca del omega junto con una maleta escondida detrás del sofá y se dirigió a la puerta abriéndola y sacando al omega afuera junto con la maleta y un paraguas morado. “Quiero que te vayas.”

Adrik no lograba comprender lo que estaba pasando. “¿Me… Estas echando?, pero, Róman ¿Qué voy a hacer con el cachorro?” Ya el enojo del omega había pasado, dando paso a la preocupación. No sólo era él al que dejaba a la intemperie, sino también a un pequeñito cachorro, que no merecía pasar por esa horrible situación. 

Róman noto eso, notó el aroma a tristeza y desesperación, Adrik estaba aterrado, y Róman sabía que él era la razón. El omega no logro percibir el ligero aroma a tristeza desprendido por el alfa. “No te preocupes, mañana vas al banco y sacas el dinero que deposite a tu nombre, eso cubrirá los gastos de mi hijo… Adió, Adrik, cuida bien del cachorro.” El alfa cerró la puerta dejando al omega solo, triste y llorando.

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Adrik limpio con un pañuelo las lagrimitas y los moquitos que desprendía el omeguita recostado en su hombro. Comprendía porque lloraba, él, algunas veces, también lo hacía al recordar aquel triste día. “Tranquilo peque, ya paso, shshshshsh…” Susurraba bajito por el dormidito alfa en su regazo, Farid durmió a la mitad de la historia. 

“Es que… Es que es muy tris-triste…” el omeguita sorbió unos moquitos ganándose un golpecito en el muslo por parte de Adrik. “Perdón… Es la costumbre…” Ambos omegas rieron bajito, mientras el menor limpiaba su nariz en un pañuelo.

“Mala costumbre dirás, mmm.” Regaño suave el omega. “No quiero que te comas los moquitos peque, da mucho ascos y aparte es malo para tu salud. Límpiatelo con un pañuelito, ¿Si?” Adrik sonrió ante el asentimiento de Troy. “Bueno… Mientras cocino la cena me vas contando tu situación, ya son más de las siete de la tarde, ya debo comenzar a cocinar.” Ambos se levantaron y Adrik dejo al dormidito alfa en el sofá, cubriéndolo con su mantita.

“¿No es un poco tarde para que duerma?” Troy recordó que a su hermanito no le permitían siesta a esta hora porque a la noche no podía dormir. 

El omega solo le sonrió. “Tranquilo, siempre duerme un poquito luego de tomar el pecho, dentro de 20 a 30 minutos ya estará saltando y correteando por todos lados.” Luego de una leve caricia en la cabecita del omeguita ambos se dirigieron a la cocina.
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Saludos, Setez ❤️