Abro los ojos y me ciego por el sol que cae en mi cara, serán las diez de la mañana, me levanto lentamente y me quedo mirando mi pared, esa pared blanca con el dibujo de un ocaso a blanco y negro, con una M como firma al costado de esta, me quedo pensando y recordando cada uno de esos trazos.
Flashback
-Ahí nooo!!- grita y ríe Miranda cuando comienzo a hacerle cosquillas en su abdomen, trata de escapar y no la dejo ir, viste unos shorts blancos, cortos y sueltos que hacen ver bien sus muslos, junto a un polo suelto de color negro que hace notar su vientre y uno de sus hombros descubierto, la cargo con un brazo hasta mi sillón y la recuesto boca arriba para seguir haciéndole cosquillas, ella ríe, grita y se retuerce.
-Di que lo sientes.
-Nunca!!- sigo moviendo mis dedos por su vientre y me acomodo entre sus piernas- Yaaaa yaaaaa!! lo siento Jared- dice haciendo un puchero con sus labios, no pierdo el tiempo y se lo muerdo no tan fuerte para después besarla, ella sigue mi beso y lo que comenzó como un juego sigue avanzando, nos devoramos el uno al otro, comienzo a subir mi mano por su abdomen hasta llegar al borde de su pecho, pero ella me detiene.
-Qué pasa? - digo desilusionado, hasta algo molesto.
- No creo que sea un buen momento para comenzar con esto, tengo que terminar el dibujo antes que tus padres lleguen y me encuentren aquí- Volteo los ojos y la libero de mi agarre a lo que ella solo me besa la comisura de mi labio y se pone delante mío observando la pared aun blanca- ¿Ya decidiste que quieres ver cuando te levantes en las mañanas?
-Lo que quiero ver esta delante de mis ojos- digo descaradamente observando su trasero, ella voltea y me saca la lengua- Si me vuelves a sacar la lengua, volveré a hacer que te disculpes- se acerca a mí y se sienta a horcadas en mis piernas, yo solo rodeo su cintura debajo de su polo.
-No puedo dibujar mi trasero en tu pared, si tu padre lo viera imaginaria cosas extrañas conmigo y tu madre pensará que eres un depravado- dice burlona.
-Pero soy un depravado- la pego más a mí- al menos contigo puedo serlo, estoy por besar su cuello, pero se libera de mi agarre riendo-
-Y si solo me dices lo que quieres?
-Aaahaagg!, no sé, dibuja lo que quieras, igual me gustará- digo tirándome en el sillón con los brazos en la cabeza.
- Humm, ya sé, dibujaré una playa, prometiste llevarme de viaje y cada vez que lo veas te imaginarás conmigo en la arena.
-Ok Ok has lo que te guste.
Fin del flashback
Terminó, no sé el motivo, pero me siento disgustado, molesto, triste; me levanto de la cama y voy a la cocina, si me distraigo en algo de seguro dispersaré mi mente.
-Buenos días hijo, ¿a qué hora llegaste anoche? - mi padre está con una taza de café leyendo el periódico en la mesa de la cocina.
-Buenos días, llegué por las doce, quise dormir temprano- me sirvo un vaso con agua y lo bebo.
-Bien hijo, tu madre quiere que la ayudes haciendo las compras, te dejó una lista en la nevera. - Lo que me faltaba.
-No puede ir tú? hoy me siento indispuesto.
-No puedo ir porque hoy me toca turno en el hospital, dile a alguien que te acompañe para que no estés aburrido.
-Creo que será igual de divertido si voy yo solo- no pude disimular mi ironía.
-Busca una excusa para salir con tu amiga, con la que te vimos la otra vez- No tenía pensado presentar a mis padres a Miranda, a pesar de haber estado más de medio año juntos no lo tomaba como algo serio- Se notó que le agradabas mucho.
-No creo pa, iré yo solo.
-Has lo que quieras, parecía linda, dale una oportunidad, de seguro tiene a muchos chicos a sus pies mucho más apuestos que tu- De hecho, ya se me fue la oportunidad, y no fue por otra persona, solo fue por mí.
...
Estábamos en el centro comercial, llevé a mi hermano Kevin conmigo, es un niño muy agradable, demasiado maduro para su edad, tiene ocho años y es el más alto de su salón, se parece mucho a mí, solo que sus ojos son caramelo como los de mi padre y los míos azul oscuro iguales a los de mi madre; comencé con la lista de compras, por suerte Kev me ayudo con la mayoría.
Lo que me faltaba, una gran fina de personas formadas para la atención a caja, de lo cansado que estaba esto me ponía de mal humor, y así pasaron veinte largos minutos, cuando pensé que no podía ser peor tuvieron que ver a mi cajero.
-Hola Jared, divertida la fiesta de ayer no? - Gonzalo me miro con una cara burlona que me daban ganar de rompérsela contra su monitor, no le respondí.
-Jared me compras una paleta?
-ahora no kev, saliendo te la compro.
-Tranquilo amigo, la casa invita; ten muchachito- le extendió el helado a mi hermano guiñándome un ojo.
-Gracias señor, pero no puedo aceptar regalos de desconocidos- Me sentí algo contento por como dejo con la mano extendida a Gonzalo.
-Pero no soy un desconocido, soy amigo de tu hermano, ¿no es verdad Jared? - Kevin me miro dudoso al igual que a Gonzalo.
-No es verdad- sujeté mis bolsas y comencé a caminar a paso rápido, estaba molesto por llamarse mi amigo, él puede llamarse muchas cosas mías, pero no un amigo, me detengo en la esquina notando que Kevin no se encuentra a mi costado, cuando me doy vuelta viene corriendo agitado chocándose con mi espalda.
-Ouch- se soba la cabeza- No me dejes así! no puedo caminar tan rápido como tú y tus piernas gigantes
-Lo siento.
Llegamos a casa, no acomode nada de las compras, las dejé tiradas, tirado en mi cama mirando el techo comencé a pensar, en ella...
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El inicio de un final
RomancePuede que suene raro, pero suele pasar, muchos dicen, no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, y no saben cuanta razón tiene. Mi nombre es Jared, tengo 18 años, esta es la historia de como vi mi mundo derrumbarse por quien ni pensaba interesarm...