Born To Be Yours.

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Feliz cumple por adelantado cx 

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Los ángeles estaban capacitados para ver más allá de los recipientes puesto que ellos no eran criaturas corpóreas, los ángeles eran seres celestiales hechos con la materia del universo, no anclados a la vida terrestre que podían ver la verdadera forma de todos los seres vivos sin importar el recipiente de éste; algo que podían apreciar era el aura, sin duda, y el alma de los humanos. Podían ver esa cosa nebulosa y brillante que hacía de los hombres aquello con vida, más allá de las funciones orgánicas del cuerpo humano.

También había algo que los ángeles, y algunos humanos, podían apreciar sin problema y era ese hilo rojo que iba desde el meñique de la mano izquierda de un humano a otro uniéndolos, diciendo que estaban destinados. Almas gemelas, por así decirlo; seres que se iban a encontrar en cada vez que fueran mandados a la tierra sin importar los recipientes que contengan, que estarían destinados a estar juntos por toda la eternidad porque así trabajaban los hilos rojos, unían personas que se complementaban en cada vida una y otra vez sin importar que ya se conocieran, porque cada vez era diferente pero seguían amándose sin importar el año, la década...el siglo.

Los hilos rojos no podían romperse ni cortarse porque muy pocos podían verlos y era esa una de las razones, Dios dijo que para darles elección a sus hijos a pesar de ya tener un destinado así ellos escogerían si amarlo o no a pesar de que sus corazones y almas estaban enlazados desde el momento de su creación. Los hilos rojos era complicados a simple vista ¿no lo crees? Todos los ángeles lo sabían por eso sólo los Ophanim, comandados por Raziel, eran capaces de entenderlos a la perfección, de darles su definición y explicar todos los cambios que un hilo rojo podría sufrir sin intervención de terceros.

Castiel nunca los había entendido y, si era honesto, nunca le importó entenderlos por la sencilla razón de que los ángeles, así como los demonios, no poseían un hilo rojo porque no había un alma que pudiera enlazarse con otra, ellos no funcionaban así. Además, los sentimientos que traía un hilo rojo consigo no estaban permitidos para ellos porque eran corruptos, emociones que llevaban a la caída y que un ángel no podía darse el lujo de tener. Castiel sí se preguntó, en algún momento, qué se sentiría tener un hilo rojo con alguien y por qué los humanos no valoraban mucho eso porque a lo largo de su existencia había visto como unos se lastimaban a otros, cómo se corrompían más y más cada vez dejando ese amor que les daba el hilo rojo en lo profundo de sus corazones, como si fuera un sentimiento de debilidad y no uno de fortaleza.

Sé que me he rendido
cien veces antes.
Pero conozco un milagro,
y no es algo que deba ignorar.

Era ley divina que todos tuvieran un hilo rojo en el mundo, todos los humanos debían tener un compañero, un alma gemela con la cuál pasar el resto de sus días hasta morir. Cada una de sus vidas sin falta, cada vez que moría y volvía a un recipiente había un hilo rojo en su meñique uniéndolo a alguien más. Siempre. Así que adivinarán la sorpresa de Castiel cuando conoció a cierto humano que no poseía ningún hilo rojo en ninguna parte de su cuerpo.

La primera vez que lo notó fue un granero lleno de protecciones con un cuchillo en su pecho; el apocalipsis estaba cerca y las cartas deberían de jugarse, la lanza de Michael estaba de nuevo entre los hombres gracias a Castiel así que debía de decirle el plan para que todo saliera acorde a lo escrito hace miles de años; Castiel estaba decidido a eso sin importar le precio pero cuando miró a la lanza de Michael a conciencia, analizándolo a fondo y viendo sus peores miedos, descubrió que en su meñique izquierdo no había absolutamente nada, ni siquiera un pequeño anillo rojo, no había nada uniéndolo a otro ser en la tierra y eso le confundió; Castiel tenía un hilo rojo...bueno, su recipiente tenía un hilo rojo, ese que iba hasta su esposa, podía verlo colgando de su meñique y podía sentirlo dentro de él, allá donde tenía a Jimmy; el hombre al que había dormido no tenía uno rojo pero había un cordón negro colgando de su meñique en señal de que su alma gemela ya había muerto en aquella vida y no volvería a tener a alguien hasta la siguiente.

Born To Be Yours. (One Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora