𝔇𝔬𝔰

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Taehyung estaba pegado a mi cuerpo transmitiendo su saliva una y otra vez a mi boca, no paraba de besarme ni aunque quiera irme al baño. Había estado encima suyo mientras no me cansaba de recibir su boca gustoso, pero había algo que me molestaba aún y no era nada en relación a Taehyung.

- No podemos hacer esto, aún tengo novia.

- Dijiste que ya no tenías, Kookie.

Sus ojos eran tan hermosos a esa mini distancia, desde cuando me gustaba tanto sus expresiones. Asentí con la cabeza antes que nuestras bocas chocaran otra vez y pronto me quedé dormido entre tantas caricias. Desperté con un peso encima de mi pecho y sabía perfectamente quién era. ¿Desde cuándo me gustaba Taehyung? Ni siquiera tuve tiempo para analizar ni mis sentimientos. Me gustaba un adolescente, iban a meterme preso por besar a uno de mis pacientes. Él nunca demostró estar interesado en mi, en ningún momento. Me imagino que la noticia de que había terminado con mi novia le dió pie a su gran y emocionante confesión. Él problema era quedarme en Gwangju, debía volver a Seúl antes de cruzarme a Yoongi y ganarme unos cuantos golpes de su parte.

- ¿De verdad tienes que volver a Seúl?

Taehyung no estaba feliz con la noticia, debía no solo irme por Yoongi sino porque no tenía dinero si no trabajaba. Mi consultorio estaba en Seúl y no podía perder mi único negocio que generaba ganancia.

- ¿Puedo ir contigo?

Me hizo uno de sus típicos gestos tiernos, normalmente hacía muchos sonidos con su boca y no tarde en aceptar antes de recibir tantos besos que podría ser millonario si fueran dinero.

[•••]

Seúl era una hermosa cuidad, el viaje se volvió menos pesado con la compañía del niño Kim, no me di cuenta de lo muy acostumbrado que estaba a su presencia que cuando se durmió podía extrañar hasta su voz. Llegamos directo a mi departamento, no sabía si era conveniente ponerme a vivir con un niño que conocía hace más de tres meses. Pero él era diferente, había sufrido demasiado en silencio para aguantar alguna estupidez mía, confiaba más en mi parte racional que en mis ojos observando al niño que le gustaba. Mi departamento estaba bastante sucio y por gustar de mi Taehyung no iba a cambiar su actitud para nada.

- Es evidente que tienes mal gusto para todo.

Murmuró mientras recorría toda mi sala de estar. No lo creía así, era un gran edificios ubicado cerca del centro. Cuatro ambientes, un balcón enorme y hasta tenía azotea para mi sólo.

- ¿Mal gusto? Mira que me gustas tú.

Recibí un fuerte golpe de una almohada antes de sentir las fuertes mordidas que dejó en mi labio inferior y que nuestros cuerpos caigan juntos al sofá. Su boca era mi nueva adicción, daba besos infinitos y de diferentes niveles. Podía ser muy lento o muy rudo, dulce o caliente. Era una caja de sorpresas.

Yoongi me había enviado un mensaje de que ya estaba otra vez en Gwangju y deseaba verme. Me hubiese gustado ver la expresión de ese idiota al enterarse que ya me había ido.

[•••]

La semana siguiente me encargué de seguir de vacaciones junto a Taehyung, deseaba mostrarle toda la ciudad ya que él la había visitado a una corta edad. Nunca había tenido ese tipo de salidas en pareja, a lugares desconocidos y no estando pegados como dos chicles, sino intentando conocernos el uno al otro. Su sonrisa era un pequeño sol que me tenía perdido, no podía parar de ver lo tierno que se veía sonriendo y lo gracioso que era escuchar su risa. Aunque le gustaba poner el rostro serio y formar una sonrisa cuadrada.

Reddish [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora