Akaashi no podía estar peor, ya no rendía en los estudios como antes, sus notas habían bajado notablemente, su rendimiento en el equipo bajó que decidió irse, y no formar parte del equipo por tiempo indefinido; no se sentía cómodo, feliz, con ganas de continuar viviendo, ya no comía como debía, no dormía suficiente, su cuerpo se veía más delgado, su piel ya no era nada suave y sus ojos... Sus ojos habían perdido ese bello brillo que tanto lo caracterizaba. Era difícil para él seguir recordando el día en que dio a su hijo a su otro padre, al amor de su vida, alejó a ambos a quienes sigue amando, dios, cada día era un gran martirio para él; sus padres estaban muy preocupados por él, ya no el mismo Keiji de siempre, no entendían que le ocurría, ni siquiera sabían que había sido madre, pero sí de su relación con Bokuto y no tenían ningún tipo de problema de ello, les caía muy bien ese chico, su hijo era feliz, lleno de vida, pero ya no... Y eso, les dolía.
El sonido de golpeteos en la puerta se escucharon, Akaashi supo que se trataba de su madre, que como siempre lo llamaba para cenar, mas como siempre el chico no quería salir, solo permanecía recostado en su cama, con los ojos cansados de llorar, no había día que no llorase por su bebé, al verlo y tenerlo tan solo unos días, se enamoró por completo de ese pequeño que sin saberlo crecía en su vientre soportando todo tipo de actividad física agotadora. Shoyo, siempre decía su nombre cada noche, Shoyo, Shoyo, Shoyo, con la misma pregunta, "¿Cómo te estará cuidando tu padre?", "¿Te alimenta bien?", "¿Te baña todos los días?", "¿Que es de Bokuto en la universidad y junto a Shoyo?".
-Keiji, hijo es hora de cenar - habló desde el otro lado de la puerta -
-...-
-Hijo, por favor baja, a tu padre y a mí nos preocupas demasiado-
-Vete, por favor no quiero nada -
-Llevas meses sin estar bien, días sin comer, a penas y tomas agua, no te veo nunca y he oído del director que tus notas han bajado y que dejaste el club de volley, quiero saber el por qué de todo ello -
-No es algo que debes saber... No es nada malo, solo... Son cosas mías -
-Es sobre Bokuto, ¿No es así? -
-No lo nombres -
-Akaashi Keiji, ábreme la puerta de una maldita vez, ya me cansé de tu actitud infantil -
El pelinegro con la poca energía que tenía quitó el seguro de la puerta y dejó ingresar a su madre, mas antes de ello guardó todo referido a su bebé, varías fotografías que mandó a imprimir, y también su celular para que así su madre no supiera nada de ello. Su madre entró, se sentó a un lado de la cama junto a Akaashi a su lado.
-Bien, dime ¿Qué es lo que te viene pasando?, ya no eres el mismo de antes -
-No es nada, solo es una etapa de no estar con Bokuto, nada mas -.
-Yo no creo que sea eso, hay algo más ¿No es así? -
-Entonces, respondeme ¿Cómo superarías el que dieras tu bebé a su otro padre por temor a lo que digan tus padres? -
-No lo sé, nunca tuve ese problema como para pensarlo, a que se debe esa pregunta -
-Es solo una duda -
-Pero se que algo te duele para estar así -
-Entonces - el adolescente se levanto un poco tambaleante hacia la mesita de luz pegada a su cama y sacó de allí dos fotografías - toma - se las entregó a su madre mientras volvía a tomar asiento -
-¿Qué... - abrió sus ojos sorprendida al ver que era su hijo con un bebé sobre su pecho recién nacido, con solo segundos de vida sobre él y otra en la que besa su frente ya con su primera ropita dada por el hospital- Keiji... ¿Eres tu? -
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Alone
FanfictionUna bella relación había nacido entre los dos, hacían todo juntos, iban a la preparatoria juntos. era imposible verlos estar por separado a menos que sea para estar estudiando en sus respectivos salones. Mas al llegar la graduación del mayor, una i...