Aveces el corazón es terco cuando se enamora y no quiere razonar, porque muy en el fondo sabe que vive en una triste fantasía alejada de la cruel realidad. Se auto destruye y aunque lastime, necesita una dosis de dolor para sacarlo de esa ensoñación, de esa enferma esperanza que como una droga se metió en tu sistema y la sientes hasta en tus venas. Vives entre tinieblas con olor a quizás y te impide ver donde estas parado y a donde llegarás. Es una enfermedad que baja tus defensas y te deja expuesto, deja entrar a esos sentimientos que antes con toda tus fuerzas repelias, pero ahora no las tienes, estás débil y sin previo aviso o preparación, entra toda esa angustia, el pánico, inseguridad y esa voz crítica en tu interior que te hace sentir insuficiente y que tiene tanto poder sobre ti. Estas se encargan de terminar de consumirte y de destruir lo poco que queda de ti.
Por favor corazón, date cuenta y despierta, que si seguimos así morimos los dos, si sigues así moriremos de amor...
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