Desconcierto

2K 196 176
                                    


No era muy adepto a las bebidas alcohólicas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No era muy adepto a las bebidas alcohólicas. Ni le parecía interesante emborracharse hasta perder el sentido.

Aunque había aprendido a relajarse un poco y a que romper un par de reglas no era el fin del mundo, seguía sin encontrarle razón a beber tanto como para no recordar nada. Si, podía entender que un poco de alcohol fuese divertido, volvía a la gente más expresiva y alegre o más afectuosa y animosa. A veces más filosófica y apasionada en sus creencias. El alcohol podía ayudar a olvidar un poco las asperezas y crear oportunidades para conocerse mejor.

En realidad, esa debía ser la única razón por la que habían terminado los góticos sentados en su mesa y entre todos habían podido debatir un poco sin que nadie terminase herido. Lo cual había resultado increíblemente interesante, porque esos chicos siempre le habían resultado dignos de toda su atención. Jamás lo admitiría, pero se había inspirado en ellos para tomar valor y crear su grupo de vampiros. Los góticos creaban sus propias reglas y no pensaban en la opinión de los otros, solo hacían lo que amaban. Aun cuando lo que amaban podía ser letal y peligroso.

Tal vez por eso había bebido un poco más de la cuenta. No demasiado, pero se sentía increíblemente relajado. Al otro lado de la mesa los góticos lucían inmunes a todo, bebiendo de sus copas algún tipo de licor puro, sin mezclarlo en divertidos cocteles. En algún punto Firkle había caído rendido, lo cual le preocupaba un poco, porque era muy joven para beber, pero Michael le aseguro que siempre era peor si le prohíban hacer algo que ellos harían. Además, el pequeño se había subido al regazo de Henrietta y estaba usando el pecho de la chica como una almohada. Lo cual era sutilmente adorable, porque se parecía a esas muñecas de porcelanas perfectamente sentada entre telas y encajes. Por otro lado, Henrietta y Michael estaban hablando entre ellos atrás del humo del cigarrillo; lo que hacía que apenas pudiese distinguir a Pete, quien aparentemente estaba apoyado en el hombro del líder gótico.

Si, parecía que estaban pasándola bien.

Y él también, había rodeado a Larry con un brazo, de manera amistosa, relajándose contra el espaldar del sillón. En esa pausa de charlas de sobremesa, él se había entretenido conversando con su mejor amigo. A su otro costado pudo sentir a BloodRayne dejándose caer contra su hombro y rodeándolo con el brazo para acariciarle el cabello a Larry. Ella también había bebido un poco más de la cuenta, tenía los ojos brillantes y llenos de planes.

- ¿Te divertiste? –preguntó Mike, acomodándole un poco el cabello rubio desordenado.

- No hay nada divertido aquí. –BloodRayne miró al otro lado de la mesa- Excepto Henrietta, claro.

La aludida sonrió de lado y levantó el dedo del medio.

Como respuesta, Rayne le lanzó un beso y luego se estiró sobre él para mirar a Larry.

- Estás borracho. –acusó la chica.

Mike regresó a ver a su mejor amigo y notó sus mejillas rojas y el maquillaje algo corrido. Pero el chico negó y debió intentar darle un toque juguetón a BloodRayne, pero terminó fallando por varios centímetros.

Desconcierto «South Park» [Pike]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora