Capítulo 24

18 3 1
                                    

|YoonGi|

Estoy muy perdido en mis pensamientos hasta que siento como ella deja caer ligeramente su cabeza sobre mi hombro. Giro un poco la cabeza para poder verla mejor sin interrumpir su sueño. De verdad se ve algo cansada.

—Así eres menos problemática.— Digo en un susurro, sin obtener respuesta a cambio.

No puedo evitar quedarme viéndola descansar. Se ve muy... tierna. Tiene algo de cabello en su rostro, así que decido colocarlo detrás de su oreja.

Mala idea.

Volteo mi cabeza rápidamente. Siento mi cara arder. Mi corazón está latiendo más rápido. ¿Qué es esto? Estoy sientiendo la misma sensación extraña como cada vez que la veo, solo que multiplicada al doble.

Trato de calmarme. Giro lentamente encontrándome con su rostro otra vez. Nunca había notado lo bonito de su piel, como el largo de sus pestañas encajaba a la perfección con sus ojos; su fina y pequeña nariz. No me había dado la oportunidad de notar lo hermosa que es. Mi vista se desvía hacia sus pequeños y carnosos labios.

He aquí en donde pierdo el control de mis movimientos. Lentamente me voy acercándo hasta unir nuestros labios en un pequeño beso.

Puedes cerrar tus ojos a las cosas que no puedes ver, pero no puedes cerrar tu corazón a las cosas que no quieres sentir. Y lamentablemente para mi, esto no es algo que puedo controlar por mi mismo.

Pero a pesar de todo, lo que ocurrió entre nosotros, siempre será para mi, uno de los recuerdos más especiales de mi vida, y... probablemente el último.

Poco a poco separo nuestros labios sin que ella despierte, pero noto cómo su expresión cambia, logrando que mi corazón quiera salir del pecho de la impresión. ¿Y si está despierta? ¿Y si sólo está fingiendo estar dormida?

Desvío la mirada mientras siento un leve ardor sobre mis mejillas. No debí haberme dejado llevar por un impulso.

| Khairys |

No sé qué tan profundo estaba durmiendo, pero si esto es un sueño, no quiero despertar nunca.

Abro mis ojos lentamente, luego parpadeo un par de veces para aclarar mi vista. No me di cuenta en qué momento me había quedado dormida. Levanto la cabeza para encontrarme con el rostro de Yoongi mirando fijamente hacia un lugar. Mis mejillas se tornaron de un leve color rojo en el momento en que la sensación de sus labios sobre los míos se hace tan perfecto y real, que sinceramente me hace dudar de mi propia existencia. ¿Estaba... Soñando? Ni siquiera puedo pensar con claridad en estos momentos, ¿Me lo estoy imaginando, o de verdad soñé esto? Basta, estoy confundiendo la realidad por la culpa de un sueño, y lástima que sólo fue eso...

Desvío la mirada para luego levantar la cabeza de su hombro, logrando captar la atención de YoonGi, mientras intento disimular con la fuerza de diez pollitos mi vergüenza. Ni siquiera me había quedado dormida por estrés, o falta de descanso por culpa de la universidad, no, simple y sencillamente debido a que la noche anterior me desvelé viendo un drama, lo sé, soy el final.

—No digas nada.—Le apunto con el dedo índice, con la vista hacia todos los lados menos hacia él.

—No tenía pensado hacerlo.—Responde sereno.

Poco a poco voy girando mi cabeza hasta que me encuentro con su mirada clavada en mí, haciendo que todo mi cuerpo se estremezca con tan sólo verlo. Esto no está bien.

—Supongo que sí fue un sueño...—Digo en un susurro.

—¿Qué?

—Que se te cayó el pañuelo.—Contesto rápidamente sin pensar en lo que dije.

—¿Qué dices? No traigo ningún pañuelo.—YoonGi extrañado mira al suelo, y por supuesto que no había nada.

Vamos, forro cuadernos con el papel de estúpida que hago cuando me gusta alguien.

Suelto una risita nerviosa, no sé ni qué responder al respecto. Él se dio cuenta de mi comportamiento extraño, pero decidió no preguntarme nada sobre eso, lo cual se lo agradeceré infinitamente.

—¿Cuánto tiempo tienes viviendo aquí, en corea?—Por lo contrario decide cambiar el tema, y pregunta con algo de curiosidad, creo.

—Pues... Cuando mi familia y yo nos mudamos acá, era muy pequeña, tenía siete años, mi papá fue transferido así que tuvimos que aceptarlo. Aunque seguía siendo una niña, fue muy difícil, el choque cultural y todo eso. Recuerdo que a mi madre le desagradaba mucho este lado del mundo.—Contesto jugando ligeramente con mi cabello.

—Entiendo.—Responde comprensivo.—¿Después de un tiempo, has vuelto a ir allí?

—Tomó unos años, cinco para ser exacta, pero sí, hicimos un viaje familiar cuando le dieron las vacaciones a mi padre de su trabajo, y por supuesto a mi y a mi hermano de la escuela. Cinco largos años habían pasado, pero las cosas por allá no habían cambiado en absoluto.

—Lo extrañas, ¿cierto?

—Mentiría si te digo que no.—Sonrío de lado.—Pero todo pasa por algo, si eso no hubiese sucedido, no habría conocido las personas que ahora están en mi vida, y estoy muy agradecida por eso.—Dicho esto YoonGi desvía su mirada hacia mi, encontrándose con la mía que ya estaba puesta en él, abriendo paso a un minuto de silencio, para nada incómodo, en donde mantuvimos el contacto visual, sólo así, diciendo muchas cosas a través de aquella mirada, pero al mismo tiempo sin decir nada.

—D-Deberíamos irnos, ¿no crees?—Le sugiero al mismo tiempo que me pongo de pie.

—Aún sigue lloviendo, ¿estás bien con eso?—Se levanta y nuevamente me observa atento.

—¿Es preocupación lo que escucho?—Murmuro.

—¿Qué?

—Que nos empaparíamos mucho.—Respondo rápidamente. —La lluvia, ya sabes, el agua, las nubes, la vida.—Suelto una risita nerviosa.

Éste me da una mirada de confusión, pero luego sólo lo deja pasar y se dispone a tomar su chaqueta del suelo, junto a las cajas vacías de las pizzas.

—Toma, te servirá.—Se acerca a mi y me extiende una de ellas. Dudo un poco antes de tomarla, después de todo se trata de una caja realmente pequeña.

—¿Estás seguro? No creo que ayude lo suficiente.—Respondo.

—Creo que tengo una idea.—Desvía su mirada hacia las cajas. Este las toma y comienza a separar con cuidado cada esquina hasta que obtiene como resultado un trozo de cartón en forma rectangular.— tomalo, así te cubrirá más.

—¿Y tú...? Digo, mojarás toda tu ropa.—Respondo con algo de preocupación.

—No seas tonta, tengo mi chaqueta.

—Ya, claro.—Desvío la mirada. Por un momento se me olvidó con quién hablaba, qué estúpida. Volteo a verlo directo a los ojos, con la esperanza de encontrar algo, aunque sea el beneficio de la duda, respecto a mi "sueño" anterior, ¿Por qué tendría tanta inquietud si sólo fue un sueño? Por favor, esto es demasiado confuso. Pero, si de verdad hubiese sucedido, ¿cómo pudo estar tan normal? O sea, se veía igual que siempre, incluso su respuesta fue con serenidad, creo que estoy dándole demasiada libertad a mi imaginación.

—¿Qué sucede?—Mis pensamientos son interrumpidos por YoonGi.

—N-nada.—Contesto rápidamente.

Éste libera un suspiro.

—Eres muy mala mintiendo.

—Y tú muy buen observador.

—¿Observador?—Sonríe levemente.—No creo que se necesite una vista clara para leerte.—Da unos pasos para acercarse a mi.—Hay personas que son como un libro abierto.

¿Cómo debo interpretar eso? Sus hermosos ojos están clavados en mi otra vez, con esa mirada profunda y extensa como una galaxia, simplemente no puedo evitar que mi corazón se acelere a un ritmo que podría salirse de mi pecho.

Conoces a cientos de personas y ninguna te deja huella, de repente conoces a una, y te cambia la vida para siempre.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 19, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

•°• Save You •°• |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora