La calidez del Sol se filtraba por el ventanal abierto. Lentas respiraciones y el susurrar de las hojas al pasar acompañaban al reloj en su propia canción. Las tardes de primavera eran las más tranquilas. Durante dos años Kirishima y su novio habían pasando así las tardes. Bakugō leía manga acostado en la cama de su novio, quien a su vez descansaba la cabeza en el vientre del rubio.
Katsuki dejó el manga en el piso y con un gesto le pidió a Kirishima el siguiente. El pelirrojo apenas se movió para alcanzar el tomo y dárselo. Cuando Bakugō hojeó el libro encontró una postal de Nueva York iluminada en la noche. La estudió un momento, pero decidió preguntar.
—¿Por qué mierda tienes una postal de Nueva York? —Inquirió Katsuki con la postal en mano. La parte trasera tenía un pequeño mensaje con una preciosa letra, pero él no quería leerlo sin el permiso de Kirishima. Eijirō elevó la mirada sonrió al mirar la postal.
—La envió mi hermana cuando le dije que me aceptaron en UA. —Apenas estiró la mano y la tuvo en su posesión. —"Querido hermanito" —comenzó a leer. —"Sabía que ibas a ser aceptado en la escuela de tus sueños. Esfuérzate. Te extraño y espero que puedas venir a pasar el rato conmigo. Con amor tu hermana". —Por un par de segundos Kirishima miró la imagen del frente y suspiró pesadamente. —Mi hermana fue a América para estudiar la universidad. No la he visto en tres años. Suele enviarme postales cuando me extraña. —Una triste sonrisa surcó sus labios cuando dejó la postal en la mesita de noche.
—¿Por qué no vas a visitarla?
—Mamá está pasando un momento duro con los gastos. No podemos permitirnos vacaciones. Mi hermana está becada y tampoco puede venir de la nada. —El silencio les rodeó unos segundos más. Eijirō besó suavemente los labios del rubio y se levantó de la cama. —Bajaré por una bebida, ¿quieres algo?
—Si quisiera algo ya habría ido por ello.
Kirishima dejó la habitación en silencio. Bakugō sabía que el pelirrojo iría al jardín a lamentarse en silencio y soledad. En algunos minutos lo buscaría para consolarlo o distraerlo. Ese era el trabajo de Katsuki como novio ejemplar: consolar a Eijirō si lo encontraba llorando y distraerlo si estaba pensando demasiado.
En el fondo Bakugō sabía que el asunto no era algo pasajero. El pelirrojo extrañaba a su hermana demasiado. El hecho de que no hablara de ella era prueba suficiente de cuánto le afectaba su ausencia. Katsuki siempre había querido hacer algo con ello pero nunca sabía cómo ayudar a Kirishima.
Si tuviera el dinero le encantaría llevar a Eijirō a Nueva York para que viera a su hermana. O en su defecto traer a su hermana a Japón para que estuviera junta toda la familia Kirishima. Pero Katsuki no conseguiría esa cantidad de dinero en un futuro cercano. De manera que un día a su mente llegó la idea de llevar a Kirishima a un viaje. Sólo ellos dos. Aunque planearlo era más difícil de lo que pensó.
Le había vendido el alma al peor demonio para conseguir el dinero que aún le faltaba. Su madre iba a cobrarle intereses con la excusa de "inculcarle una cultura económica". En algunas semanas tendrían un periodo de descanso en el que Eijirō no haría nada salvo jugar videojuegos hasta la madrugada. De modo que era el momento perfecto. La noche anterior Katsuki había reservado una habitación en un onsen.
Sin embargo ese no era el momento de pensar en el regalo que le haría a su novio. Ese era el momento de ir al jardín a consolar a Kirishima y comportarse como un novio ejemplar.
...
—Kirishima vayamos de viaje juntos. —Soltó Katsuki en medio de los estudios de matemáticas que compartía con Eijirō.

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Nuestro hermoso amor [KiriBaku Month - Agosto 2019]
Fiksi PenggemarSerie de one-shots KiriBaku/Bakushima. Utilizo el HC en que Kirishima es criado sólo por mujeres. En este caso tiene una hermana mayor y una madre soltera. No participaré en todos los días del mes, sólo algunos. Puede que con el tiempo complete toda...