Capitulo 3

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Era Lunes y sentía que me faltaba algo. Cada día los clientes que venían a consultar sobre los beneficios de los planes de salud que ofrecía el hospital Saint Thomas me preguntaban por qué la cara larga. Yo respondía con un "es que tengo dolor de cabeza", pero la verdad es que me dolía el alma.

Hacía una semana que Jordan se había ido, y mi celular no registraba ningún mensaje de parte de él, ni llamados, ni whatsapps, ni señales de humo, nada. Me sentía como una tonta por sentirme así, por dejar que su partida me afecte. La verdad es que hacía un mes que empezábamos a congeniar, y justo se marcha. Me estaba empezando a caer bien y ya le había tomado afecto. Situaciones así hicieron que yo no me aferre tanto a lo que dice la gente, sino a los hechos; prometí no encariñarme con nadie más de lo normal.

"Maaa, puedes bajar el volúmen? Intento dormir" Estaba recostada en la cama mirando el techo con la luz apagada. Intentaba dormir, pero mi mamá mirando la televisión no me lo permitía.

"Ahí, ya está hija" Por fin disminuyó el volumen.

Me quedé dormida a los pocos minutos y empecé a soñar.

Yo me encontraba en una especie de salón, como el de un castillo, el lugar era gigante y muy lujoso. Yo llevaba puesto un vestido blanco de seda, y mi cabello caía en mi pecho. Al frente mío lo tenía a Jordan que me miraba y sonreía, no sacaba su mirada de mi. Me besó. Estábamos en un pastizal con árboles color morado, rosa y naranja, el tenía su cabeza recostada en mi regazo mientras yo cantaba una canción. Lo extraño era que la canción era instrumental, no tenía letra, mi boca producía los sonidos. Abrí los ojos y era la alarma; me estaba volviendo loca.

Ese mismo día me encontraba en el trabajo sentada en mi escritorio mirando a mi celular, pensando en que cualquier momento iba a sonar y que recibiría un mensaje de él, pero nada.

Mientras tomaba un café revisaba mi celular, mientras almorzaba, revisaba mi celular, mientras orinaba en el baño revisaba mi celular; necesitaba hablar con él.

Era miércoles y me propuse llamarlo, así que busqué en los archivos del hospital los números de los empleados que habían trabajado en mi sector, la amable secretaria me había dejado, a cambio de $50.

Conseguí su número, pero me faltaba iniciativa, así que llamé a mi confidente, Carrie.

"Cariño, que sucede?" a Carrie la conocí en la universidad y desde entonces somos inseparables.

"Necesito de tu opinión"

"Dime" Ella es muy buena dando consejo, y en esos momentos necesitaba un consejo.

"Crees que quedo muy necesitada si llamo a un chico al que le di mi número hace 11 días y no se comunicó conmigo?"

"Depende"

"De qué?"

"Depende. Él te dio su número?"

"No"

"Cómo lo conseguiste?" Sé que si le decía que soborne a la secretaria para buscar en los archivos definitivamente me diría que estaba desesperada.

"No importa... Quiero que me respondas concretamente de que depende"

"Pues... Por lo que entiendo es él el que tiene tu número, y es él el que elije no comunicarse contigo. Creo que está bastante claro" Adoro que siempre vaya de frente con las cosas y siempre sea sincera. Pero debo admitir que eso me dolió un poco.

"Es que no entiendes"

"Que no entiendo?"

"Este chico, muchacho, se me insinuaba. Coqueteaba conmigo en la oficina, era mi compañero de trabajo"

"Desde hace cuánto? Desde cuando no me cuentas las cosas que suceden en tu vida sexual?"

"Sexual? Ni siquiera nos besamos! De que hablas?"

"Bueno, cambiando de tema, desde cuando lo conoces?"

"Desde hace cuatro meses"

"Desde cuando empezó él a coquetear contigo?"

"Dos semanas después de que nos conocimos"

"Tuvieron una cita alguna vez?"

"Sólo fuimos a tomar un café"

"Él te invitó?"

"Si. Todos los primeros pasos los dio él"

"Pero luego se va y ni intenta hablar contigo" Recordar eso me enfurecia más y más.

"Exacto! No lo entiendo, es un idiota" En ese momento siento que un cliente se acerca al mostrador "Carrie, te llamo luego si?"

"Claro"

En el instante en el que cuelgo el teléfono y me doy vuelta en el asiento lo veo a Jordan que estaba con la mitad de su cuerpo en el mostrador y un ramo de flores en su mano izquierda.

"Así que soy un idiota?"

"Estuviste escuchando mi conversación privada con mi amiga? No es de tu incumbencia"

"Si se me menciona, creo que eso lo hace de mi incumbencia"

"Ahora decides aparecer? Y encima preguntón? No, gracias" Yo trataba terriblemente para contestarle fríamente, pero la verdad es que sólo quería abrazarlo.

"Lo siento" Yo no esperaba una disculpa, me tomó por sorpresa.

"No te preocupes... No hay ningún motivo por el cual debas disculparte, no es como si te hubieramos extrañado ni nada"

"Lo sé, pero yo me refería a que nisiquiera te llamé" hizo una mueca y me enseñó las flores "son claveles, los vi y me acordé de ti"

Eran flores grandes y con pétalos grandes y disparejos color rojo. Creo que entendí porque le hacían acordar a mi.

"Tienes alguna excusa de por qué no llamaste?"

"Afortunadamente sí" sonrió de oreja a oreja..

"Soy todo oídos"

Por la próxima media hora me contó que estuvo en el hospital porque habían internado a su madre de urgencias porque tenía un problema en el estómago. Así que no quiso irse del lado de su madre en ningún momento, nisiquiera para hablar por celular.

"Lamento oír eso... Ella se encuentra mejor?"

"Vivita y coleando" el sonrió y yo sonreí "Me estaba preguntando... Quieres ir a mi casa este viernes?" No me esperaba esa proposición, me agarró con la guardia baja.

Aclaración: no acepté la propuesta porque esperaba que sucediese algo si iba a su casa, sino porque lo consideraba un amigo y me parece descortez no aceptar una invitación.

"Claro"

"Entonces... Te paso a buscar por aquí a eso de las tres?"

"Ok"

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⏰ Última actualización: Aug 20, 2015 ⏰

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