Enfrentando Los Miedos ( Final)

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Habían pasado 5 días desde que Ranko. volviera a casa. por fin después de haber salido de casa, había vuelto, parecía que su largo camino había llegado a su fin. Ahora estaba acomodándose a su nueva vida. acostumbrándose a lo que era pero, aún sentía que había dejado cosas pendientes, eso la molestaba y hacía que anduviera por la casa meditativa tratando de descubrir que era lo que la molestaba. Cada vez que su Madre la veía así tomaba la iniciativa para sacarla de ese estado (lo que menos necesitaban ahora era una depresión).

A media mañana las dos caminaban en dirección al centro comercial, Ranko se había hecho la mejor disposición para comprar lo que su Madre le dijera, por otro lado seguía pensando en los números que su Madre le pidió recordar. ahora estaba feliz porque había crecido algo y por fin alcanzaba un alto 1,58 m. 93, 52, ía 'buenas' medidas, algo que como mujer la hacía sentirse "especial".

El día era hermoso, estaba haciendo algo junto con su Madre (a la que quería cada vez más). pero aún así, se sentía un poco. "vacía". Tal vez la semana siguiente cuando se encontrara en su nuevo colegio, se sentiría mejor. Después de todo era casi adulta, tenía 17 años y sólo le faltaba un poco más de 1½ año para terminar su educación media, reflexionando de este modo y tratando de levantarse el ánimo llegaron al centro comercial.

En el centro comercial compraron varias faldas de distinto tipo y largo (ninguna tan larga que tapara las rodillas).

Nodoka: ¿Porqué tu insistencia en comprar faldas hija?

Ranko: Porque no me gusta como se me pegan los pantalones al cuerpo.

Viendo la espléndida figura de Ranko y conociendo como se le ajustaban los pantalones de mujer era comprensible su reticencia, llamaba mucho la atención. Nodoka rió suavemente al entender la ironía de la situación, cuantas chicas no hacían lo que podían por llamar la atención y ella hacía todo lo contrario.

Además de las faldas compraron en esta ocasión algunas blusas, un par de pantalones y lencería. En lo personal Ranko no se sentía demasiado cómoda con la ropa elegida pero. de todas formas no tenía muchas opciones. Aún así cuando se probaba la ropa no podía evitar admitir que se veía bien con ese tipo de ropa. A ojos de cualquier otro, ella se veía mejor que bien.

Para complacer a su Madre e ir acostumbrándose a ese tipo de vestimenta, decidió quedarse con una de las tenidas puesta, para ella no fue muy agradable ser el centro de atención de tantas miradas indiscretas, pero usando, pantalones tipo 'pescador' en color azulino, ajustados (de esos con los botones al costado de las caderas) y largos sólo hasta por debajo de las rodillas; zapatillas blancas de lona y un peto de algodón no muy largo, justo por encima de su ombligo, con un estampado que decía: "feel the life", escote en V discreto, hacía muy poco por NO llamar la atención.

Nodoka: Ranko-chan. ¿Te gustaría una copa de helado?

Ranko: [haciéndosele agua la boca] ¿Una con fruta, merengue y salsa de chocolate encima?

Nodoka: Una de esas.

Ranko: Si.? Mamá te aprovechas porque conoces mi punto débil.

Nodoka: Es una pequeña compensación. sé que te resulta incómodo usar pantalones ajustados.

Después de un rato las dos estaban sentadas frente a frente con un par de copas de helado gigantes. Nodoka lentamente tomaba bocados de helado mientras que su hija tomaba helado como si en su vida hubiese comido algo así. saboreaba y disfrutaba cada cucharada de frío elixir (con mejores modales de los que jamas usara antes en su vida). con ojos brillantes y llenos de alegría. parecía una niña pequeña. Nodoka sólo pudo soñar un poco. como habría sido criar a "su" niña desde pequeña. termino suspirando fuertemente.

Una Nueva Vida Por Culpa de una TraicionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora