Ahora Soy Ranko Chan

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Akane y Nabiki permanecieron varios minutos paradas en el pasillo del hospital, se miraron sorprendidas y muy asustadas, no sabían lo que había pasado... con un mutuo consentimiento silente se dirigieron a casa...

Akane no fue de mucha ayuda en casa, estaba demasiado preocupada por Ranma y por Kasumi, no sabía que había pasado, la preocupación y los nervios no la dejaban tranquila, parecía una fiera enjaulada. Estaba tan nerviosa que no consiguió comer nada, dedicándose a esperar el regreso de su hermana mayor.

Mientras Akane se preocupaba Nabiki se dedicó a tratar (por las buenas o por las malas) de calmar a su histérico padre, mientras Genma se evadía jugando con un neumático. Y como pasaba desde que enfermó Ranma, Happosai se dedicó a "recolectar" lencería, visitar un baño público nuevo, además de disfrutar la vista del dormitorio de un internado de señoritas al que pudo por fin encontrarle una entrada (trabajo lento y meticuloso digno de un maestro como él), tenía que distraerse hasta que su "fetiche" favorito se recuperara.

Cerca de las 2 AM llegó Kasumi, encontrando a casi todos en la casa dormidos en sus camas. Nabiki dormía después de un agotador día (sobre todo la noche); Genma dormía como panda sonoramente aparentemente sin preocupaciones. Soun agotado de llorar tanto también roncaba sonoramente, además de recibir la ayuda de un gran vaso de leche tibia (claro que unas pocas gotitas para dormir no hicieron daño). Akane por su lado, dormía medio sentada en el salón, testaruda como siempre, se negó a acostarse en su cama hasta saber que había pasado y como estaban Ranma y Kasumi... pero el cansancio (más emocional que físico) la derrotó haciéndola dormir.

Kasumi miró a Akane no sin cierta extrañeza... no podía creer lo que había oído... pero era tarde lo oyó, era como una infección cuando te das cuenta que te puede hacer mal ya estás enfermo, tenía que hablar con ella... pero primero tenía que calmarse, aún así enojada como estaba tomó una manta y tapó a Akane. Luego de tomar un poco de leche... 2 vasos o más, subió a su dormitorio y durmió unas pocas horas. Despertó muy temprano (como siempre), se levantó aseándose y preparándose para las tareas que se había fijado para ese día, luego de un frugal desayuno se dirigió a ver a Ranma-chan.

Cuando las hermanas de Kasumi despertaron, encontraron una nota en la cual se les encargaban unas pocas tareas muy claras... y la advertencia de no ir a ver a Ranma, hasta que las visitas fueran autorizadas.

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En otro lado de la ciudad se encontraba un deprimido joven con gruesos lentes ópticos... tenía ante sí un día lleno de trabajo, casi sin respiro o descanso, esto había comenzado hacía unos muy poco tiempo atrás... y duraría pocos días más, tenía pasaje a China, casi sin escalas directo a su aldea, nada había sido dejado al azar, lo estarían esperando en el aeropuerto. Tenía que ser así, lo que había hecho era realmente muy malo... sin ningún honor, con engaños y falsedad, por lo mismo sería castigado... quien sabe como, pero no sería agradable.

Sólo había habido un hecho, una "pequeña" acción que hacía soportable su destino, una visión fugaz... una mirada... los ojos de una joven mujer china llenos de preocupación por él cuando se descubrió todo lo que había pasado. Mouse no guardaba ningún rencor contra el hombre que había contado todo, el doctor había hecho lo correcto y lo sabía, tampoco le extrañó lo que dijo e hizo la matriarca de su pueblo... Mouse no estaba orgulloso de lo que había hecho... no sentía satisfacción, pero tampoco gran arrepentimiento, al menos enfrentaría su castigo sin quejarse. como un hombre libre, NO como un hombre de su aldea. Como lo debería hacer un hombre de verdad y no las patéticas imitaciones que vivían en su aldea acostumbrados a agachar la cabeza y obedecer.

Una Nueva Vida Por Culpa de una TraicionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora