#12 [Penúltimo Capítulo]
El sol estaba en su punto más alto en el momento que abrí los ojos, la paz y plenitud del bosque nunca me hizo sentir tan bien como ahora.
La pesadilla de hace tres días había acabado pero todavía había cabos sueltos y él único que podía atarlos era el chico con él que me negaba hablar desde que supe lo que era.Incluso con la ley de hielo, no me queje cuando tomamos el vuelo que debía tomar una semana atrás.
Estábamos en la frontera de Canadá cerca del condado de Montana y mientras Jimin hacía su recorrido por el bosque en su forma animal yo descansaba en la orilla del río. De alguna forma me sentía más tranquila estando cerca del agua.– Hay que regresar – asentí sin mirarlo.
Resoplando volvió aparecer su forma animal y no agregue nada mientras subía en su lomo y regresábamos a casa.La primera impresión el lugar parecía la cabaña de la abuela de Caperucita, incluso creí que era un chiste de mal gusto de su parte.
Sin embargo al entrar el lugar era una cosa fuera de este mundo.
La sala era de forma circular con el bar de esquina a esquina, y una fuente en cascada para dividir ambas secciones. Contaba con un comedor para 12 personas y vista al bosque, mantenía el ambiente con cortinas de un color claro, la barra de desayunos en forma de "u" y la cocina integral combinada con los colores blanco y caqui.
A un lado casi olvidado, la puerta que llevaba a la planta alta, contando con 5 habitaciones y tres baños, tuve que recordar el dineral que tenía dicho lobo para pagar todo este lujo. Las camas de 4 habitaciones era todas matrimoniales, roperos y armarios en cada una, cero fotografías o adornos.
– Puedes cambiar algo sino te gusta, deje las paredes vacías para que tu las llegarás con tu toque. – había mencionado mostrándome la habitación donde dormiría hasta arreglar todo este embrollo.
Y lo había hecho.Jimin compro varias esquineros y mesas de centro donde coloqué uno que otro florero; con flores que él había traído y unos cuadros en ciertas partes de la pared deje espacio para las fotografías futuras que deseaba tener junto a él, pero me guardé ese secreto para mí.
Tome una ducha mientras Jimin cocinaba. Y sin dejar de hacerle creer que lo odiaba por lo sucedió fue a la habitación donde el dormía.
Saqué una de sus camisas de cuello alto y a rayas, Jimin tenía una ligera obsesión con las rayas y eso me daba gracia.
Salí de su habitación usando sólo dicha prenda...
Y mis ojos se posaron en las puertas dobles; la habitación principal, que mantenía cerrada. Me mordí mire el labio querido descifrar lo que había detrás de esas puertas, pero Jimin no me dejaba entrar.
Respetando su privacidad corrí escaleras abajo sentándome en unas de las sillas de la barra. El comedor era muy grande para sólo dos personas. Así que él y yo comíamos aquí frente a frente sin decir nada.Comenzaba a frustrarme su silencio y el espacio que me había dado.
¿Dónde quedó el chico sin respeto por mi espacio personal?
Cocolo los platos en su lugar sin mirarme, cuando comprobó que todo estaba en orden y listo comenzamos a comer.
Pude sentir su mirada rápida por mi, y checando su expresión lo vi sonreír.
¡Bien!
Deje la comida de lado sabiendo que si quería que está tortura terminará debía ser yo quien diera bandera blanca.
Jimin me miro y luego a la comida dejando su bocado a medio caminó, bajo la cuchara.
– ¿Sucede algo? – asentí.
ESTÁS LEYENDO
【☾ℒas fases de la luna☽】
FantasySi crees que los cuentos de terror sólo son fantasía. Tal vez deberías leer mi historia. Al igual que tu no creía en los mounstros; en esos seres de la noche que te persiguen incluso en sueños. No, no creía hasta que me encontré con uno. Sus ojos m...