Rara amistad [BakuKami]

Capitulo único

「Bueno, para empezar mi nombre es Denki Kaminari, y la razón por la que escribo en ésta hoja de Word es porque se me dió la regalada gana. Y tú no deberías estar leyendo nada de ésto, ni siquiera debiste tocar mi computadora en primer lugar.
Pero como sea...

Quiero escribir sobre un “problema” (si es que se le puede llamar así) que me aqueja.

Empecemos desde la base del conflicto, o desde la raíz, el origen, o como quieran decirle.

Mi madre tiene una mejor amiga.

Su mejor amiga y ella habían tenido unos lindos bebés casi en el mismo período de tiempo, cuestión de meses de diferencia, y ya que ambas son muy unidas y blah, blah, blah, esos lindos bebés fueron condenados y técnicamente obligados a por lo menos llevarse bien.

Uno de los lindos bebés, soy yo.

El otro es Katsuki, o como le digo yo "el rabioso", él si salió algo feo, siendo honesto.
Como sea.

Ya que fuimos criados de una manera en la que constantemente tuvimos que vernos la cara todos los días (sin exagerar), ya saben, mismas escuelas, casi vecinos y el hecho de que mi mamá se la vivía metida en la casa de la madre del rabioso, fueron factores muy importantes para terminar convirtiendo a Katsuki en mi mejor amigo y viceversa (aunque él diga que no).

Siendo que Katsuki y yo somos muy amigos, cuando crecimos hasta el punto de ya superar a nuestras madres en estatura decidimos mudarnos a Tokyo solo los dos, rentando un apartamento no muy costoso. Ya saben, abandonar el nido como dice el señor padre del rabioso, llegamos a Tokyo a comenzar la temible universidad. Yo en comunicación audiovisual, y él en criminalistica.

Luego conocimos a una chica que se convirtió en nuestra amiga aunque ella siguiera otra carrera frecuentabamos la misma cafetería, se llama Yaoyorozu Momo, y aunque yo en el pasado me le confesaba cada dos minutos ella me mandaba sutilmente a la frienzone porque a ella le gustaba Katsuki, quién muy amargadamente ni la hora le daba en ese ámbito, yo sabía perfectamente que la estimaba mucho, asi que no le era indiferente respecto a la amistad.

Y por un buen tiempo seguiamos de ese modo, yo queria a Yaomomo, Yaomomo quería a Katsuki, y Katsuki se quería a sí mismo (el muy idiota tenia una horda de mujeres tras sus huesos y él a penas y las volteaba a ver de vez en cuando).
Como sea...

Todo bien hasta ahí.

El problema comenzó a tomar forma en el momento justo en el que Katsuki comienza a notar más a Yaomomo, y yo comencé a verme más seguido con Jirou, una compañera de clases. Pasado un poco más el tiempo Katsuki y Yaomomo se hicieron novios y mantenían una relación algo fría según todos, (pero eso ya era culpa del troglodita, poco sentimental de Katsuki quién no sabe ni como decir «Te quiero») y Jirou y yo nos hicimos novios.

Tenia muchas citas con ella, paseabamos en mi motocicleta por toda la ciudad, la llevaba a comer, a veces nos limitabamos a caminar por alguna plaza, era divertido pasar el tiempo con ella, aunque en un principio Jirou era muy tímida pero a la vez intimidante, lo que llevaba a no poder entablar una relación divertida, pero todo eso se disipó sin darnos cuenta.

Otras veces salíamos Jirou, Yaomomo, el rabioso y yo en una especie de cita doble, íbamos a tomar helados, a alguna feria o parque de diversiones, o nos íbamos en el auto (propiedad de la ricachona tipo Ricky Rincón versión femenina) de Momo a conocer otros lugares más apartados de la ciudad. Jirou y Yaomomo rápidamente se hicieron amigas, hasta el punto de quejarse de nosotros entre ellas de forma burlona.

Bien, he aquí el conflicto, procuren leerlo bien, eh, y no se sorprendan de una manera espantosa.

Una noche en la que por fin Katsuki y yo dimos fin a la etapa de los exámenes, decidimos bebernos un par de cervezas, sentados sobre la alfombra de la sala de estar, eran alrededor de las diez de la noche cuando el perro rabioso suelta esto: