Adolescencia & Pensamiento

Escaleras

Ella iba en dirección del tercer piso algo apurada pues no faltaba mucho para la llegada de su profesor en turno, al llegar a la mitad del edificio se encontró con una persona que tiempo antes le había llegado a la mente para preguntar por otra persona especial, al pasar por su lado y reconocerlo reaccionó quedándose parada pensando mentalmente si preguntar o pasar desapercibida, pero él otro chico le leyó la mente antes de que solo pudiera saludar e irse —¿Qué pasa Andrea? —preguntó él tomándola del tobillo —Dani... Ah... ¿No has visto a Omar? Es que no lo he visto recientemente —contestó Ella con algo de nerviosismo en su voz pues el otro chico estaba casi a su altura y unos cuantos centímetros era lo que los separaba. —Si vino —dijo el chico haciendo dudar a Ella por su tono de voz y la mirada que tenía puesta sobre sí, pues era una mirada que Ella conocía perfectamente y podía leerla de una manera fácil y correcta según su parecer, una mirada llena de melancolía, conformismo y tristeza, todo eso acompañado de una voz con los mismos sentimientos daba a la chica por pensar cosas que puede y ni al caso —¿En cerio? Pensé que no había venido, como no me lo he topado —respondió sin saber como despedirse pues sus dudas ya habían sido aclaradas —Si quieres puedo hacer que lo veas, ¿dónde vas a estar? —preguntó sorprendiendo más a la chica por su comportamiento —Ah.... No tengo maestro... Voy acá arriba pero estaré en el cajete de abajo... Después me voy al salón.... —dijo acelerada y algo nerviosa —Esta bien —mencionó y se despidió el chico finalmente dándole oportunidad a Ella de seguir su camino pero con dudas en mente que posiblemente nunca podría resolver puesto que si no era eso lo que pasaba se podría armar un gran alboroto que mejor prefirió evitar dejando en el olvido ese tema.