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—Walla Walla—

Lauren y Camila aparecen en medio del bosque, ambas vestían franelas de cuadros, vaqueros así como botas de excursión. Con el cabello trenzado para mayor comodidad al caminar a través de arbustos y ramas secas o rocas enormes resbaladizas. Lauren necesitaba culminar la transmutación de la castaña quien había logrado contener a su lobo, más no podría hacerlo durante tanto tiempo o terminaría explotando en rabia, quizás devorando humanos o perdiendo el control frente a los ellos, lo cual por supuesto no debía suceder. Así que era el día perfecto para sacarlo a pasear, comer algunos animales e incluso correr sin restricciones, era la ventaja del bosque, siempre estimula a los licántropos, y ya que Camila parecía asimilarlo increíblemente bien, la pelinegra estaba segura de que apreciaría la libertad, además tenía una enorme curiosidad de ver el pelaje de la castaña, si lo conservaría del mismo color que su cabello o cambiaría, solo en algunos casos muy raros, el lobo resultaba tener un tono diferente en el pelaje a como suele tenerlo su forma humana, y ya Camila había demostrado ser una excepción a casi todo, como comportarse cual cachorro juguetón, controlar sus nuevas habilidades sin problemas y ahora sus ojos eran de un tono rojizo, como el ocaso.

-Muy bien, ya estamos aquí—Lauren caminaba delante de una enérgica Camila—Es un bosque adecuado, lejos de los humanos-

-Huele maravilloso—olfatea como un pequeño cachorro todos los aromas naturales del bosque—Y a ti por supuesto—rápidamente se coloca detrás de su compañera, besándole el cuello.

-Quieta—la pelinegra se aleja, riéndose al escuchar el gemido lastimero se la otra—No hemos venido para aparearnos en el bosque-

-Yo creí que si—se queja dejando caer sus brazos decepcionada.

-Sabes perfectamente a lo que hemos venido, Camila Cabello—la castaña gruñe al oír su apellido—Sin gruñidos o me rehusaré a aparearme contigo—la amenaza apuntándole con el dedo—Tu lobo lleva días exigiendo libertad, debemos dársela antes de que me arranques un brazo-

-Exagerada—murmura distraída observando la copa densa de los árboles.

-Te escucho, recuerda que nuestro sentido del oído es demasiado agudo-

-Por eso lo dije—muestra esa sonrisa con los colmillos visibles—Y también estoy ansiosa Nuit, tengo mucha curiosidad de verme como lobo-

-Yo también, así que no perdamos más tiempo—detiene el paso en la parte alta del bosque junto a las montañas—La primera vez que experimenté el cambio, fue a mis cuatro años, duele como el infierno, pero después te sientes una pluma flotante-

-Muy estimulante—menciona sarcástica—Tengo una pregunta Nuit—levanta la mano.

-¿Cuál?-

-¿Necesito desnudarme como en las películas o conservo mi ropa como tú?-

-En este caso, ya que no eres un híbrido como yo, debes desnudarte o destruirás las prendas-

-Me alegra que solo deberé despojarme de la ropa frente a ti Nuit, no me considero una exhibicionista, sobre todo ahora que tengo un pene-

-Jamás te lo permitiría—sonríe falsamente, llena de celos.

-Posesiva—ríe, comenzando a desabotonar su camisa y quitándose las botas—Es medio día, ¿entonces la luna llena no es necesaria?-

-No, la luna llena solo sirve como ritual de aullido, debemos agradecer a la luna por nuestro lobo y así preservar nuestra vida inmortal-

-Interesante—tararea con el torso desnudo bajándose los vaqueros junto al bóxer— ¿La plata es letal o solo un mito?-

KaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora