Capítulo 1. Reencontrándonos

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Disclaimer: Los personajes NO me pertenecen. Si me pertenecieran, Kikyo nunca habría resucitado y Kagome e Inuyasha se hubieran dado más besos de los que se dieron en el anime. Pero por desgracia, no son míos. Son de la gran mangaka Rumiko Takahashi, a quien adoro mucho por crear una serie tan interesante como Inuyasha y Ranma 1/2

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Un niño de 13 años, pelo corto de color negro recogido en una coletita y ojos azules se encontraba jugando a la pelota en el jardín, hasta que su hermanastra de 11 años, pelo largo de color azabache y ojos chocolate corre hacia él.

-Onii-san [1], ¿sabes por qué mamá y papá se pelean?- preguntó la niña.

-No, pecho plano. No sé porque están enfadados- respondió el niño sin dejar de dar toques a la pelota con el pie.

-¡No me llames así, Roku-chin! Sé que mis pechos son pequeños, pero no es para que me lo recuerdes a cada rato- dijo la pequeña haciendo pucheros- Sé que muy pronto me crecerán.

-Vale, vale- dijo palpándole la cabeza- Seguro que papá y mamá arreglarán sus cosas. Vamos a jugar juntos, ¿sí?

-Vale- dijo sonriendo- Pero yo quiero chutar, ponte tú de portero.

-De acuerdo- dijo mientras caminaba hacia dos botellas de plástico que hacían de portería.

Estuvieron jugando 20 minutos, hasta que llegaron los padres.

-¡Mamá!- gritó la niña corriendo hacia la mujer para abrazarla.

-Hola, cariño- dijo una mujer de 40 años, pelo corto de color azabache y ojos chocolate como la hija acariciándole la cabeza.

-Hijos, tenemos que deciros algo- dijo un hombre de 43 años, pelo corto de color negro y ojos azules seriamente.

-¿El qué es, padre?- dijo el niño.                            

-Mis queridos, tenemos que deciros que vuestro padre y yo nos vamos a separar- dijo la madre.

-¿Por qué, mami? Si papá y tú sois muy felices…- dijo la chica.

-Son cosas personales, Kagome- dijo el hombre.

-Pero, ¿qué pasará con Kagome y conmigo?- preguntó el niño.

-Ya lo hemos decidido. Kagome y yo nos iremos de esta casa y tú te quedarás con tu padre…

-Pero mamá, yo no quiero separarme de Roku-chin- dijo Kagome con lágrimas en los ojos.

-Lo siento mucho, pequeña- dijo el señor- Pero así lo hemos decidido tu madre y yo. Mañana os iréis, así que prepara tus maletas.

-¡No quiero irme!- gritó la niña mientras caían lágrimas gruesas de sus ojos- ¡Me quiero quedar con Roku-chin!- salió corriendo a su habitación.

-¡Kagome, espera!- dijo el pequeño siguiendo a su hermana.

En la habitación de ambos hermanos se encontraba la niña llorando en su cama. Al rato, su hermano entra y se sienta al lado de su hermana.

-Ya, Kagome. No llores- dijo abrazándola- No tienes por qué ponerte así. Te prometo que te estaré esperando todo el tiempo que estés fuera, y cuando vuelvas no me separaré de ti.

-Me… ¿me lo prometes?- preguntó Kagome sobándose la nariz.

-Te lo prometo- dijo secándole las lágrimas con cuidado y después alzar el meñique- Te estaré esperando todo el tiempo que haga falta y nunca me olvidaré de ti. Si nos volvemos a ver, nunca más me separaré de ti.

[PAUSADO] Inuyasha "Brazo de metal"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora