Abrí los ojos abruptamente, el sol esta dominante en el cielo, entra una pequeña brisa en la ventana abierta.
Llevo una semana en esta nueva habitación y no me puedo acostumbrar, me levanto y me recargo en la ventana, respiro lentamente el olor a pasto recién regado y observo las hojas cayendo lentamente, sintiendo el viento en mi piel, espero que esto me relaje y me haga olvidar.
Esta semana a sido la mas larga de toda mi vida, mi padre fallecio y estamos tratando de asimilar todo esto, por ello mi madre pidió que me cambiará de habitación para que estuviera cerca de la suya, es un poco mas grande que la anterior, pero todo esta de color blanco y me siento en un hospital, la próxima semana espero tener ganas para pintar mi nueva habitación.
- Señorita Strantford.- la mención de mi apellido, me saca de mi ensimismamiento y me doy cuenta que esta Martha a mi lado con una mirada de compasión, con su cabello totalmente recogido y arreglado en un moño, con su delantal perfectamente planchado de color azul claro.
- Mi niña, ya esta el desayuno, baje por favor.
- ¡Mi vieja Zillah! -le doy un fuerte abrazo a Martha, del que no aguanto y me pongo a llorar en su hombro.
-¡Duele Martha, duele mucho, no podre seguir!.
-Claro que podrá srta Lena, tenemos que ser fuertes, no se olvide que somos nosotras contra el mundo.
Me limite asentir y sonarme la nariz.
- Cada que cierro los ojos, digo, me aparece su cara, es como si escuchara su risa y aparecen todos los momentos que pase con el, las lagrimas comenzaron a rodar nuevamente en mis mejillas, lo extraño tanto.
-Siempre lo vamos a extrañar mi niña, pero lo recordaremos de la mejor manera, tranquila, Martha acaricio mi espalda y me dio un beso en la frente.
- Y ya no me diga ¡ Zillah!, no me gusta, no soy tan chismosa, señorita.
- ¡Siempre seras mi vieja Zillah!, - a Martha la identifico con la ama de llaves de cumbres borrascosas, tan buena y atenta conmigo y es un libro que desde muy pequeña mi papa y Martha me leyeron. ya no reclame, le di una sonrisa de boca cerrada.
-Me baño y bajo enseguida, no tardo.
Martha, salio de mi habitación y me dispuse a ir a bañarme, el día de hoy voy a dejar mi equipaje en la universidad, es mi primer día.
La universidad que escogí esta muy cerca de mi pueblo natal North Holland, no quería separarme tanto de mama y menos con lo que paso.
En el comedor ya estaba mi mama lista, impecable como siempre, no eh conocida una persona que quiere ser tan perfeccionista en todo lo que haga, con el cabello perfectamente peinado y un maquillaje discreto, pero bien hecho.
-¡Martha, por favor plancha nuevamente la blusa de Lena!, dice mi madre, la perfecta Sra. Teresa Stratford.
- ¡No hace falta mama! no se ve tanto
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Por Primera Vez
Teen FictionPor primera vez creyó en el amor. Una decisión fue suficiente para cambiarlo todo. El acabo con mi familia, con todo lo que amo.