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❛Pensé que lo había perdido todo, hasta que te encontré a ti. Y tu sonrisa me devolvió la esperanza❜
━━「AFTERTHE FALLEN━ BOOKONE」━━
ERAUNASORPRESAQUElos estudiantes Midtown, especialmente un grupo de cuatro amigos, la estuvieran pasando bien. Aún más considerando que nada iba de acuerdo al plan de tres de ellos.
Ned Leeds parecía pasarla bien con Betty Brant, con la que descubrió tenía algunas cosas en común, mientras Michelle Jones parecía disfrutar de las películas que veía con Brad Davis, aunque de vez en cuando la morena observaba a sus tres amigos. Especialmente a dos de ellos.
Por otro lado, Laurel Liberty y Peter Parker se la habían pasado escuchando la música de la chica, lo que llevaba a Peter a recibir ciertas reprimendas por parte de Laurel al confundir las bandas, aunque igual seguía confundiéndolas. Pero al final, Laurel Liberty se había quedado dormida con su cabeza sobre el hombro del castaño, mientras el chico se había sufrido el mismo destino poco después, recargando su cabeza en la de su amiga. El descanso de ambos jóvenes se vio interrumpido cuando el celular de Peter Parker comenzó a sonar, acompañado de la melodía de Sunflower, despertando a ambos.
Laurel tomó el celular de su amigo, haciendo uso de la extrema confianza que se tenían el uno con el otro, y miró con atención la pantalla. El nombre "Morgs" resaltaba en el Starkphone del muchacho, el cual aún estaba algo desorientado por su reciente despertar.
—Petey, tu novia te llama.
El muchacho la miró confundido, él no tenía novia, aún.
Aún con su confusión tomó el celular que su amiga le entregaba y, tras mirar la pantalla, una dulce sonrisa adornó su rostro mientras rápidamente deslizaba su pulgar por la pantalla para contestar.
— ¡Petey! — La dulce y eufórica voz se Morgan Stark inundó los oídos de ambos jóvenes, los cuales ensancharon sus sonrisas al instante.
El castaño acomodó su celular en su lado derecho, permitiendo que Laurel Liberty recostara su cabeza en el mismo lado, permitiendo así que ambos escucharan a la pequeña.
— ¡Enana! —Al otro lado la pequeña Stark hizo un puchero al escuchar el apodo que su hermanole había puesto, aunque se desvaneció rápidamente, puesto que no podía enojarse con el castaño—. ¿Qué tal todo?
