25.

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Springtrap, Bonnie y Bolinett.

—¡Ya voy!—dijo la pequeña niña de azul cabellera.—Buenas.—la menor abrió la puerta, y su sorpresa fue que se encontró con aquel rubio chico del callejón.—...

—Buenas.—dijo, sin poder creer lo que tenía enfrente.—¿Bolinett?,¿Bolinett, eres tú?

La pequeña se quedó confundida.

—¿Quién eres?—preguntó casi tensa.

Springtrap se emociono, sus mejillas se sonrojaron. El rubio se agacho y a la altura de la pequeña.

—Soy tu hermano.—dijo.—Soy tu hermano mayor, Springtrap.

Los verdes ojos de Bolinett se dilataron, lo que había acabado de oír no se lo creía, pero había algo dentro de ella que le gritaba que era verdad, tal vez era su subconsciente.

La pequeña sintió felicidad, a la vez tristeza, ella era la primera vez que experimentaba eso.

—¿Mi hermano?—sus labios temblaron.

—Si.

Bolinett miro a los ojos grises del mayor, se dio cuenta de que no mentía.

—Bolinett, ¿quien-?,—se corto.—oh Dios.—cubrio su boca con ambas manos.

—Señora Pironess.

—Springtrap.

La niña y la mujer, se le dejaron pasar, para así poder escuchar por lo que tuvo que pasar.

Springtrap solo volvió con una cálida sonrisa en su rostro.

Los tres esperaron a que Bonnie y Foxy llegasen.

Los dos llegaron jugueteando como niños.

—Ya llegamos.—aviso Bonnie.

Pero entonces de repente se detuvo, y Foxy hizo lo mismo al cerrar la puerta. Ambos se quedaron en shock.

—S-S-Spring...

—Así es, hermano.

Automáticamente, el pelimorado se lanzó encima suya, lo abrazo, lo suficiente como para no querer soltarlo. Los ojos de Bonnie se llenaron de lágrimas, el sentir el cuerpo de su hermano una vez más, el escuchar su corazón latir y el saber que estaba vivo, simplemente fue suficiente como para hacer que todo ese tiempo preocupado, se desahogaran en lágrimas.

Foxy observó la apariencia del rubio, sus aretes, sus ropas, se dio cuenta de que donde sea que él haya estado, debió de haber pasado por mucho.

—Springtrap, ha pasado tiempo.—dijo Foxy, sentándose en uno de los muebles de la pequeña sala.

—¡Foxy!, ¡vaya que has crecido!—dijo.—Pero, ¿sigues siendo el mismo tonto?

—Está peor.—interrumpió Bonnie secándose sus lágrimas.

Todos rieron por lo bajo, hasta el mismo Foxy, pero el pelirrojo veía a Springtrap y recordaba todos esos momentos que pasaron juntos, y poco a poco sentía lágrimas en sus ojos. El rubio noto esto.

—Si vas a llorar, no vengas hacia mi como un bebé, que ya Bonnie me mojo todo.—dijo entre una risilla nerviosa.

Foxy sonrió.

—Si lo hago, no dejaré que te vayas.—dijo el pelirrojo.

—Bueno, preparar algunos bocadillos.—dijo la madre de Foxy.—Si. Haré mi especialidad, pastelillos de fresa.

—¡Si!, ¡Por fin!—exaltó empecinada Bolinett.

—¿Porque estas tan emocionada, Bolinett?—preguntó el rubio.

—Es que Foxy los hace, ¡pero siempre los quema!

Todos los presentes rieron.

Y así pasaron la noche, riendo y contando anécdotas pasadas y que tonterías que han hecho, especialmente Foxy.

Pero la fiesta de bienvenida se acabó.

Foxy y Bolinett ya estaba dormidos, acostados ambos en el sofá, ya que el pelirrojo estaba cansado del trabajo, y la pequeña ya tenía que acostarse.

—Supongo que tengo que irme.—dijo el rubio.

Su hermano, al oír aquello, de inmediato se paro del sofá y se acercó al rubio.

—Springtrap, ¿enserio piensas irte?, después de tanto tiempo.

Springtrap sonrió.

—Sigues siendo el mismo dramático, Bonnie.—dijo sarcástico el mayor, recordando momentos del pasado.

—No es dramatismo, es lo la verdad; has estado desaparecido por siete años, y mira, vienes un día así de repente y ya piensas irte.—dijo.—¿Vas a abononarnos?

Springtrap el oír a su hermano hablar de esa manera, hace que este se sienta mal, un sentimiento de amargura y tristeza.

—Volveré.

—¿Cuando?

—... No lo sé, Bonnie, solo dejame marchar.

El pelimorado se interpuso en medio, poniéndose enfrente de la puerta, evitandole el paso a su hermano.

—¿Cuando vuelves?—volvió a preguntar.—Si me dices, te dejaré ir.

El rubio quedó contemplando lo mucho que había madurado su hermano y también lo preocupado que estaba.

Springtrap odiaba ver a su hermano así, pero él rubio tiene una deuda pendiente, el mayor desea vengar a su amigo Charles. Y él cree saber muy bien quien lo asesino.

—Volveré, en una semana.—respondió.—Te lo aseguro, y sino, pues ten por seguro que vendré dos o tres días después.

El rubio tocó el hombro de su hermano, le miró a los ojos, demostrando así que podía tener confianza en sus palabras y creerle. Bonnie sólo se quedó mirando directo a los ojos de Springtrap, el pelimorado noto que algo en su hermano había cambiado desde la última vez que lo vio. El menor presentía que este pudiese ser capaz de hacer algo malo, algo muy malo.

Bonnie suspiro.

—Cuidate.

Springtrap sonrió y acaricio su cabello morado.

Bonnie solo veía como su hermano marchaba y desaparecía en la oscuridad de las calles.

Este encuentro, solo generó otra conexión.
Otro camino del destino.
¿Que podría ser de tres hermanos desamparados?
Springtrap.
Bonnie.
Bolinett.
Esperemos que el curso del destino cambie, porque la desicion de Springtrap, puede ponerlos en peligro.
Y el peligro se nombra así mismo como:
Vincent.

El fazbear ideal. [Goldentrap]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora