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Las manos de YoonGi eran grandes, mucho más que las de Hoseok, eran de color blanquecino como la leche, al igual que toda su piel.

Él nunca entendió porque a este le desagradaban. Eran varoniles, pálidas y algo suaves. Una suavidad que nunca hubiese podido imaginar de esas manos tan vastas.

Pero no estaba especialmente de ánimos para halagar a YoonGi. Estaba enfadado con él por lo que había hecho anteriormente, desviaba su mirada con ese lindo puchero en forma triangular que YoonGi amaba, sin querer siquiera dirigirle la mirada.

Stubborn. ➝ (솝) YoonSeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora