Escribir el primer capítulo de tu novela puede ser un trabajo agobiante ya que es una tarea complicada. Para empezar, por mucho que hayas trabajado los personajes y su contexto antes de ponerte a escribir, todavía no has definido "su propia voz". Además, ¿quién no quiere impresionar con sus primeras líneas? Y por si tooooodo esto fuera poco, nos falta la presión del qué dirán, qué pensarán, qué opinarán... ¡Nadie quiere críticas negativas nada más empezar!CÓMO escribir el primer capítulo de tu novela
1. ¡Empieza con acción o un suceso sorprendente! Los seres humanos somos curiosos por naturaleza y un inicio emocionante hará casi inevitable que tus lectores quieran saber qué está sucediendo. Para lograrlo, huye de comienzos rutinarios como por ejemplo el típico día de alguien (despertarse - desayunar - instituto/uni/trabajo - comer, etc). Además de que suelen ser bastante aburridos, quedan un poco infantiles. Si no quieres poner acción pura y dura, siempre puedes escribir una reflexión intrigante o un prólogo con mucho suspense.
2. No atosigues al lector con exceso de información. Sí, sé que a veces queremos en seguida definir al personaje, dónde está, qué le ha llevado allí, por qué... Pero no nos impacientemos. Guardar información es una ventaja que atraerá al lector (ya sabes, la curiosidad ;P) y nos permitirá ir descubriendo poco a poco nuestra novela. Procura evitar esta saturación y sobre todo cuando la narración sea en primera persona porque el efecto será muy artificial.
3. Evita describir las características físicas del protagonista nada más empezar. Este punto tiene mucho que ver con el anterior, pero me parece importante resaltarlo. Si no encajas la descripción de tu personaje en el primer capítulo: ¡no te preocupes! Puedes ir desnudándolo en los siguientes capítulos e incluso a través de los ojos de otros personajes. Quedará mucho más natural y real que escribir una parrafada describiendo cómo es. Y si no te aguantas, siempre puedes nombrar alguna característica clave: una cicatriz, una lesión...
4. Sitúa al lector. Deja claro en qué tiempo o época se desarrollan los hechos y dónde se encuentra el protagonista. De esta forma el lector podrá imaginarse mejor lo que está sucediendo.
5. Deja entrever la personalidad del protagonista. Como antes, no hace falta que lo descubras todo, pero sí que dejes clara su personalidad superficial, sus valores más importantes o una idea/meta que le obsesione. Esto hará que los lectores se hagan una idea aproximada de cómo es y cómo actúa.
6. Sé directa/o. Intenta que la lectura sea ligera y rápida utilizando frases cortas y concisas. Para lograrlo, procura no poner párrafos grandes y frases enrevesadas. Con ello no digo que descuides tu forma de escribir, sino que no compliques el texto en exceso.
7. Fíjate en las características del narrador. Ten en cuenta el perfil de tu protagonista a la hora de hablar y pensar. Por ejemplo, si se trata de un personaje femenino de doce años que vive en el presente, no fuerces que diga palabras demasiado pomposas y/o antiguas porque no quedará natural.
8. Sé coherente con el género de tu novela. Deja claro qué tipo de novela van a leer tus lectores. Si es de magia, empieza con un suceso que tenga que ver. Tampoco olvides las ideas principales de la novela. Así evitarás posibles desilusiones en el futuro o incoherencias.
9. ¡Y por último disfruta escribiendo y relájate! Olvídate de tus posibles miedos y deja atrás el agobio o la presión que ese primer capítulo te pueda generar. No olvides que después de escribir una novela siempre puedes hacer correcciones. Tómate este proceso como un borrador de lo que en realidad será tu novela tras la revisión. ¡Y por supuesto no tengas miedo de las opiniones! Siempre habrán críticas buenas y malas, lo importante es que sepas encajarlas correctamente para enriquecerte como autor/a!