Creo fervientemente que todos alguna vez hemos sentido ese sentimiento desgarrador que te envuelve, que te hace sentir débil, pequeño, insignificante al grado de necesitar un refugio, ese que se encarga de alejar todo lo bueno en ti, te obliga imperativamente a luchar contra tus demonios pues les libera de una manera inoportuna, poniéndote en desventaja notablemente insuperable.
Por lo que cuando encuentras a alguien que le brinda luz a tu mundo lleno de oscuridad tiendes a aferrarte a esa persona como si tu vida misma dependiese de ello, como si esa persona podría salvarte, combatir contra tus demonios en tu lugar, pero eso es un tanto ¿Egoísta? ¿Cobarde? hasta cierto grado ¿Iluso?, pues nadie debe cargar con esa pesada carga de darte salvación más que tú mismo.
Ese sentimiento desolador del que te hablo es el miedo, de este se desglosan todas aquellas desagradables actitudes, comportamientos tan característicos de los seres humanos, tan estúpidos y narcisistas como los mismos, ejemplos claros son las críticas, la humillación, la discriminación, esta última viene para todos los tamaños, colores, géneros y clases, creo que es la que más cala y jode.
¿Por qué hacer sentir menos a una persona cuando pregonas que debe haber igualdad?, es un tanto tonto que haya muchos movimientos alrededor del mundo para que se fomente la equidad e igualdad a mayor escala, cuando en cosas mínimas puedes contribuir para solidificar la unidad.
¿Por qué cuando tenemos miedo, cuando vemos algo que es nuevo, cuando conocemos algo diferente, algo que rompe los esquemas conocidos, las tradiciones y costumbres tendemos a joder eso? A veces pueden ser amenazas potenciales, pero ¿y qué tal si no?, digo, ¿a qué se debe esa estúpida necesidad de huir, de temerle al cambio?, el cambio no desestabiliza, el cambio innova, son dos términos diferentes, pero claro, la mayoría prefiere evitar salir de su zona de confort, una lástima, pues la vida gira y gira, no tiene previsto detenerse por nadie, te golpea tan fuerte, pues creo que ese es el punto, doblegarte o enseñarte a ser fuerte, a luchar por lo que quieres.
Algo así me paso a mí. Sin embargo, no importa cuantos años tenga, estoy totalmente muerto por dentro, que a veces creo que puedo ser un muerto viviente, justo como un zombie.
Soy un chico complicado, atormentado por la soledad y todos sus demonios, apenas tengo diecinueve años, pero la vida se ha encargado de golpear donde más me duele, es como si esperara que me sintiese bien, que me sintiese feliz para venir y lanzar un golpe bajo arrebatándome todo lo importante para mí en un abrir y un cerrar de ojos, no importa cuanto intente aferrarme a la esperanza siempre es igual, me rendí, aprendí a disimular, es más fácil, deje el miedo de lado y comencé a convivir con aquello que me atormentaba, lo supere al menos eso dijo mi psicólogo en nuestra última sesión hace un par de años, pocas personas saben aspectos relevantes de mi vida, el resto solo sabe lo que yo dejo ver en mi cuando estoy fuera de mi casa.
No importa cuán rodeado de personas este, no importa el número, tamaño o género, me siento estúpidamente solo y abandonado, pero he aprendido a disimular, porque no estoy dispuesto a que la gente me tenga lastima, prefiero la admiración, incluso la envidia.
Estoy tan vacío por dentro que el amor de pareja no está previsto en mis planes, ni en mi itinerario de lo indispensable para sobrevivir, pero la vida siempre tiene sus planes, esos nunca van a concordar con los míos sin embargo se me dan mejor los ligues de una noche, es menos trabajo, las relaciones de hoy en día demandan mucho y yo no tengo mucho emocionalmente que dar.
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AGAINST DESTINY
RandomLa estereotipación en la instrucción social cobra su factura siempre, afectando a aquellas almas inocentes cuyo único pecado es amar. Una amistad que lucha desde la oscuridad por dar lugar a un sentimiento más fuerte, puro, que tiene como fin la fel...