Llegamos al club, el ambiente realmente era de otra galaxia, nunca había venido aquí, sin embargo, muchos de mis compañeros de la universidad me lo recomendaban, tal parece que es todo lo que me comentaron y quizá hasta más.
El lugar estaba lleno, al parecer había barra libre, no sé exactamente porque, tampoco me importaba, había barra libre para los hombres menores de 23, al carajo lo demás. Observe a Andy, tenía cara de constipado, como si tuviera un nudo en la garganta o más bien en el estómago, él no suele ir a bares o clubes, porque dice que no es su estilo. Y tiene razón, lo de él es quedarse en casa viendo una buena película, leyendo un buen libro o jugando algún video juego con muy buenos gráficos. Yo por otro lado soy el alma de la fiesta después de unos cuantos tragos.
- ¿Qué te parece el lugar?, la música es excelente, demasiado alcohol, chicas y chicos muy atractivos por cualquier lado donde enfoques tu rango de visión y lo mejor de todo, estas conmigo, tu mejor amigo, vamos a disfrutarlo al máximo y mi cuerpo lo sabe. - Dicho eso, lleve a Andy a la barra, necesitaba que ingiriera unos cuantos tragos para que lograra entrar en ambiente, todos nos soltamos cuando tenemos alcohol en nuestras venas ¿No?
- Hay demasiada gente, siento que me asfixio, como que el lugar se hace más pequeño ¿No? - comento Andy haciendo un leve puchero. Yo por mi parte me limite a negar divertido ante su actitud infantil y dramática. - Estás pasando demasiado tiempo con Luisa, se te están pegando las malas mañas eh. – Asevere.
Entre tragos y un escaneo visual de mi parte en busca de la cita perfecta para mi mejor amigo se nos paso el tiempo, mientras platicábamos yo le proponía diversos candidatos a los que él podía acercarse, pues le dedicaban una que otra mirada, sin embargo, él se negaba.
- ¿Cómo planeas tener un novio, si no te la juegas por hablar con alguien de todos los hombres que están acá?
- Vine aquí porque me insististe mucho, jamás te prometí que tendría contacto con alguien más, mucho menos que andaría de lanzado eh, yo no soy así, pensé que ya me conocías.
- Lo sé, lo sé, lo siento ¿Bien?
-Puedes irte si lo deseas Antón, déjame aquí y ve a divertirte, no me molesta, en serio, este es mas tu lugar que el mío, enséñales a todos los presentes las maniobras de seducción de Antón McCall.
Sabía que Andy lo decía en serio él no se molestaría si lo dejase solo, si mi objetivo fuera tener sexo, vaya que no dudaría en dejarlo e ir tras una rubia, vestida con alguna prenda extremadamente corta y llamativa que resalte sus atributos, sin embargo, el día de hoy mi meta era hacer que Andy se divirtiera, se relajara un poco y claro que tuviera un poco de acción sexual.
- Hey, me estas ofendiendo, ¿Acaso no deseas mi inigualable compañía?, eso sí que no lo veía venir fue un gancho derecho arriesgado a nuestra amistad- comente, fingiendo sentirme indignando. Antes de que él pudiera decir algo mas lo arrastre hasta la pista de baile, con un exceso de luces neón y una leve vibración generada por la música que sin duda alguna te aumentaba las ganas de mover el cuerpo al ritmo de la melodía.
Esta estaba extremadamente llena, haciéndonos estar más juntos al bailar, Ni Andy ni yo dijimos nada, nos dedicamos a bailar por un buen rato, nos la estábamos pasando genial no se cuando ni como pero empecé a disfrutar en demasía su cercanía, Andy tenía un leve sonrojo debido al haber estado bailando por más de dos horas, ¿Cómo paso tan rápido el tiempo? su cercanía no me incomodaba, al contrario me daba mucha calma, era como si él fuese todo lo que me importaba en este mundo, el alcohol en Andy empezó a hacer efecto, el comenzó a desinhibirse, de la nada ya estaba de espaldas bailando muy sexy frente a mí, rozando peligrosamente su trasero contra mi entrepierna, esa fricción fue la más deliciosa que jamás había experimentado en todo el tiempo que he visitado bares << y vaya que he visitado muchos>>, me dedique a observarle mientras bailábamos, su piel nácar blanquecina, su cabello castaño claro con pequeños destellos rubios naturales que eran más visibles bajo el reflejo directo de la luz, tenía pecas preciosas que adornaban sus mejías y nariz, ese sonrojo que le hacía ver tan indefenso, ¡Dios! Su inocencia, era algo que podría realmente hacer morir de ternura, su espalda era un poco ancha pero su cintura tenía curvas pronunciadas, tenía un trasero de infarto que en este preciso momento estaba tentando a mi hombría, sus piernas eran fibrosas, podía notarlo incluso por encima del pantalón, el palpitar de mi entrepierna me hizo salir de mi trance cayendo en cuenta que estaba más que excitado, quería hacer mío a mi mejor amigo, ¿Eso era enfermo verdad?, él es como mi hermano, desearlo es como si cometiera algún tipo de incesto.
Recibí un pequeño empuje que al estar tan cerca de Andy no me dio tiempo de reaccionar y mi entrepierna se junto con su trasero directamente, a lo que mi mejor amigo soltó un leve gemido, que gracias a nuestra cercanía pude escuchar, eso termino de nublar la poca razón que me quedaba, dirigí mi vista hasta sus carnosos labios rosa, estaban entreabiertos, se veía jodidamente sexy.
Con mi mano izquierda agarre su barbilla perfectamente perfilada para darme acceso a sus labios y elimine toda distancia entre nuestros labios y joder que me sabía tan glorioso como él mismo Valhala abierto con todos sus tesoros a mi alcance visual, nos fundimos en un beso necesitado, apasionado, un beso que logro llenar de calidez mi pecho, esa calidez que hace mucho no sentía en mi pecho.
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AGAINST DESTINY
RandomLa estereotipación en la instrucción social cobra su factura siempre, afectando a aquellas almas inocentes cuyo único pecado es amar. Una amistad que lucha desde la oscuridad por dar lugar a un sentimiento más fuerte, puro, que tiene como fin la fel...