único

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Yoongi y Hoseok son como cualquier otra pareja.

Se besan cada que pueden, se abrazan cuando duermen, van al super juntos y cualquier cosa que una pareja de adultos jóvenes hace. Si, también tienen sexo.

Aunque, en este último caso, las cosas se ponen algo diferentes.

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Otra vez en la misma situación.

Hobi siempre ha sido una pequeña ardillita provocadora, mucho más con su novio, Yoongi. Le encanta cómo reacciona, como se comporta al observarlo mover el culo descaradamente para sus ojos. Ama tenerlo en la palma de su mano.

Claro que también le gustaba estar a la merced de Yoongi, justo como ahora.

El hibrido de ardilla estaba recostado en su cama con su novio encima, besándose con pasión. Hobi estaba completamente desnudo, a excepción de aquel collar que lo señalaba como completa propiedad de Min Yoongi.

Yoongi estaba aun con sus pantalones; su camiseta había sido removida hace bastante tiempo, mostrando su semi marcado pecho pálido. Mientras besaba a su ardillita, pasaba sus manos por todo su bello cuerpo andrógino, acariciando cada curva con sensualidad y cariño.

La ardilla soltaba suspiros placenteros ante el tacto del otro, su entrada excretando lubricante de a montones, llenando la habitación de un olor dulce y agradable.

Dando vuelta al menor, el hibrido de serpiente movió su lengua por toda la morena piel, llegando al respingado culo y dando una lamida a la entrada de este, disfrutando el grito que pegó su novio.

Hoseok gemía sin control ante las fuertes lamidas, sus manos arrugando las sabanas debajo de él y sus piernas abiertas hasta lo imposible. Las mejillas, antes morenas, ahora estaban de un color rojo, con lagrimar gruesas corriendo por ellas. Su entrada hinchada estaba cubierta de saliva y lubricante.

Separándose, Yoongi se sentó en la cama y desabrochó su pantalón, mostrándole a Hobi, quien había volteado al sentirlo separarse, lo que quería. El menor se acercó hasta su regazo, metiendo la mano dentro de la ropa interior y agarrando un pene. Estaba rojo e imposiblemente duro, las venas se marcaban de tal forma que parecía que iba a explotar. Sin más preparaciones empezó a lamer.

Su lengua recorría todo el falo, siguiendo el recorrido de las venas hasta llegar a la cabeza, la cual se encargó de succionar con ahínco, disfrutando del sabor que esta poseía. Su mano se encargaba de masturbarlo mientras él seguía en lo suyo. Hasta que se decidió a dejar de torturar al mayor y tragarse su miembro hasta la base.

Yoongi estaba perdido en el placer que le proporcionaba su ardillita. Tenía su mano fuertemente agarrada de sus suaves cabellos castaños, forzándole a seguir un ritmo placentero y rápido. En ocasiones Hobi se atragantaba cuando la cabeza de su polla le tocaba la garganta, pero, aunque no lo admitiera, le encantaba esa sensación.

Luego de algunos minutos, el mayor sentía que iba a acabar. Contra todo pronóstico, Yoongi obligó al menor a separarse de él. Al ver su cara de confusión, lo recostó completamente en la cama, y, dejándole las piernas extendidas, dijo:

—No quiero desperdiciar ni un poco de mi semen en tu boca si puede estar todo dentro de ti. —y sin necesidad de más palabras, se metió de una dentro de su novio.

Hobi dio un grito que por poco hace retumbar las paredes, la polla de su Yoonie era tan grande y gorda que no podía evitar gritar por ella. Se sentía tan bien en su interior.

El hibrido de serpiente disfrutaba de dar duras estocadas dentro de su ardillita, disfrutaba de la calidez brindada por aquellas estrechas paredes que parecían querer asfixiar a su miembro, tanto así que le hacían gruñir.

Los gemidos se escuchaban por todo el espacioso departamento, revelando la pecaminosa escena que se desarrollaba en aquella habitación. Donde una serpiente (aún con sus pantalones y bóxer puestos) penetraba sin descanso a una tierna ardillita.

La ardilla chilló al sentir a su amado dando un golpe duro en aquel nudo de placer, su próstata era particularmente sensible por ser una especie de hibrido "débil" (véase roedores, conejos, gatos, etc.), lo que aumentaba al máximo las sensaciones que le producía ser estimulando en dicho lugar, más si era por un pene largo como el de su Yoonie.

—¡P-or... por favor! —se dirigió al mayor con dificultad.

—¿Por favor qué bebé? —dijo sin dejar de embestirle, manoseando sus nalgas con morbo.

—EL OTRO, EL OTRO —.

Yoongi sonrió con diversión.

Se bajó el pantalón y su bóxer completamente, dejando a la vista su particularidad. Su otro pene.

Porque sí, así como las serpientes, los híbridos de serpiente también tienen dos penes. Y a su novio le encantaba.

Se masturbó para lubricar bien su miembro para lo que estaba por venir. Dirigió la punta hasta el agujero invadido y lo metió sin cuidado. Los ojos de Hobi se volvieron blancos y la baba caía de su boca sin intención, el gemido quedando atrapado en su garganta.

El mayor empezó a mover sus miembros con suavidad, esperando hasta que su novio se acostumbrara a su tamaño. Apenas dio luz verde, Yoongi empezó a darlo todo.

Sus penes ingresaban con rudeza en el estrecho calor, expandiéndolo. Hoseok se sentía en el cielo ante aquella sensación, amaba las pollas de su novio.

Los gemidos y jadeos de ambos eran apenas tapados por el chirrido de la cama.

(...)

Se pasaron toda la tarde en diversas posiciones, desde el misionero hasta esta, donde Hoseok se encontraba montando a Yoongi, dando sentones en su regazo. Particularmente, le encantaba esta posición, ya que podía sentir las enormes pollas de su novio en lo más profundo de su agujero.

En más de una hora, la ardilla y la serpiente se habían corrido 4 y 2 veces respectivamente, y planeaban que este sea el último round.

Hoseok lloriqueaba por cada embestida dada en su maltrecha próstata, por su parte, Yoongi gemía por sus pollas siendo succionadas con fuerza. Amaban las sensaciones que se ambos se podían producir al momento de estar juntos.

Las paredes del menor se estrechaban mientras más tiempo pasaba, haciéndole saber al otro que ya estaba por correrse otra vez. El mayor lo tomó de los hombros, saliendo de su interior, y lo posicionó con la espalda pegada al colchón y con sus piernas en sus hombros. Dirigió los penes otra vez a la rojiza y dilatada entrada y lo penetró. Las embestidas siendo aún más placenteras en esta posición.

Los gritos de Hobi eran interrumpidos por los besos de su novio, quien había aumentado considerablemente la cantidad y velocidad de las embestidas. Los pezones del menor eran también estimulados por las grandes manos del pálido.

Unos pocos minutos más y Hoseok se encontraba al límite, su polla se encontraba imposiblemente dura y excretando pequeñas gotas de líquido pre seminal. Cuando Yoongi empezó a estimular también su pene, se rindió y solo se dejó venir con un prolongado gemido, apretando sus paredes con fuerza, logrando que también su novio se viniera en su interior con un jadeo.

Al tener dos penes, era lógico que se produzca más cantidad de semen para poder abastecerle, por lo que, al momento de terminar dentro de él, Hobi quedara con una pequeña pancita de semen cada que hacían el amor. Pancita que debía ser apretada ligeramente para que dicho semen pudiera salir de la (ya no tan pequeña) entrada.

Yoongi dejó a su cansado novio recostado en la cama y se dirigió a buscar algo con que limpiar a ambos, tomando una toalla previamente humedecida. Presionó con suavidad la pancita, viendo como el semen salía a borbotones de su interior, y comenzó a limpiarle. Cuando ya ambos estuvieron debidamente limpios, dejo la toalla donde estaba y se recostó con su Hobi.

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Perdonen si tiene errores ortográficos o incoherencias, pero son las 02:40 am y tengo sueño gg

anguis; ysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora