Primer Capítulo
Los Angeles, California 9:54 pm
Preguntándose como el día podía pasar tan rápido toma con fuerza la taza de chocolate caliente por encima de las mangas de su sweater, que le quedaba ligeramente grande, para evitar quemarse con el calor del mismo recién hecho. Mirando el reloj por una última vez se sentó en el sofá dispuesta a ver la tv cuando un leve sonido llamó su atención, provino de su celular, un mensaje, lo ignoró pues no estaba muy interesada en mantener una conversación. Después de unos cuantos más molestos sonidos decidió apagar su celular, siquiera tomó la molestia de ver era el culpable de irrumpir su paz.
Se llevó las manos a la cabeza y cerró sus ojos suavemente, como sí sus párpados pesaran, un largo suspiro salió de sus labios. Se abrazó a si misma un largo rato sin pensar en nada hasta que sintió a el pequeño y peludo rockie acercarse y posarse en su regazo
–no te acostumbras aún, ¿cierto? –. Habló la chica después de otro largo suspiro –Yo tampoco, se siente diferente... más silencioso... más... –. con su mano derecha le acariciaba la espalda al pequeño –más solo, supongo. Pero nos tenemos, tu a mi y yo a ti, es lo único que importa, no pequeño?
Un leve sonrisa, un poco nostálgica, saltó de su rostro levantando levemente la comisura de sus labios, en un triste intento de sonrisa, se podría decir
El silencio en aquel amplio lugar, que alguna vez fue un intento de hogar, le mataba los oídos, como un fuerte e insoportable sonido, el sonido del silencio absoluto. Poco a poco sintió como algo se quebraba dentro de ella abriendo espacio al frío entre las grietas, sintiendo como a poco todo caía en pedazos silenciosa y cuidadosamente de la manera más dolorosa y lenta posible
Esa delgada línea entre hacer lo que crees que es correcto y hacer lo que tú carne, la parte humana de tu cuerpo te dice que deberías hacer se había vuelto el gran dilema de todas las noches en la cabeza de la chica. ¿Estaba bien? ¿Hacer lo que crees que es lo correcto o solo... ser feliz? entonces ¿ser feliz estaba mal? ¿o ella estaba mal por encontrar la felicidad en lugares incorrectos? Así poco a poco el silencio en aquel lugar fue llenado poco a poco de pensamientos que casi podías leer en el aire, que poco a poco se convirtieron en cada vez más abrumadores creando cierto de sonido desagradable en el interior de la chica creando un dolor poco soportable aún así, aún no habían lágrimas, después de tanto no esperaba que hubieran
esa noche sería la primera de muchas en las que tendría que dormir sola, sin más que la compañía del pequeño Ramón quien pasiblemente dormía a su lado. Como seres humanos nos podemos adaptar a muchas cosas fácilmente , climas, colores, aromas, e incluso personas... pero alguna vez nos habíamos adaptado fácilmente a estar solos? Ahí estaba ella, empezando su primera fase de esta adaptación
sería una larga noche para una vida tan corta.
Los Angeles, California 11:45 pm
Ocho meses más tarde
Un par de meses y muchas tazas de chocolate caliente más tarde, ahí estaba otra vez la chica. Sentada en el medio de su sala de estar viendo su serie favorita, friends, riendo de las ocurrencias de rachel y poco sentido del humor de ross mientras que, al mismo tiempo, hablaba al teléfono con su mejor amiga quien al momento se encontraba del otro lado del país, en un pequeño viaje de trabajo
–Bicho, es casi media noche allá, como puedes ser tan noctámbula? –. Escuchó bromear del otro lado del teléfono
esbozó una sonrisa cuando iba a pronunciar palabras, su amiga del otro lado del teléfono le interrumpió
–Lamento no estar ahí hoy... sabes que quería... pero yo... –. Antes de que pudiera continuar le interrumpió
–Oye esta bien, tengo 23 creo que puedo pasar una noche sola, no? –. Ambas rieron –Además bien sabes que...
El fuerte sonido varios golpes apresurados en su puerta le interrumpieron
–Alguien toca la puerta –. Dijo la chica apartando levemente el teléfono mirando en dirección a la puerta
–¿Me voy solo un día y ya andas metiendo hombres a la casa descarada? –. Rió su mejor amiga del otro lado del teléfono –¿A quién esperas?
Su mirada seguía fija en la puerta, ya era media noche, hace mucho que no esperaba a nadie, entonces... quién podía ser?
Esperó unos minutos sin apartar la mirada de la puerta, pero no volvió a sonar. Durante hora y media hubo silencio completo, no volvió a sonar, a fuera había una fuerte tormenta muy poco común en Los Angeles entonces decidió unirse a la idea de que había sido una rama golpeando la puerta. Su amiga había decidido colgar por lo que ya era tarde, a pesar de eso aún no lograba conseguir el sueño y permaneció en su sala de estar hasta que decidió que era muy tarde y habían muy pocas cosas que ver en la tv a la 1:30 am
Justo antes de levantarse escuchó sonar la puerta una vez más, esta vez un poco más suave. Vivía en una calle cerrada y con mucha seguridad por lo que no temió mucho, sin embargo nadie venía a dar una visita de paso o buenas noticias a estas altas horas. Imaginó que debía ser uno de los chicos de seguridad, esas cosas solían pasar seguido así que dando pasos cortos se acercó a la puerta y esta sonó una vez más, cada vez más débil
Entonces sigilosamente abrió la puerta, esperando encontrar con todo menos con eso
–Ca-Calle –Titubeó
