Maldito Infierno

Amarga melancolía

Aún puedo oír tus pasos
Tus muy débiles pasos,
Y como exclamabas por ayuda
Y como recordabas
Aquellas escrituras..

Son muy perturbadores esos sonidos,
Tan inimaginables..
Pero fue lamentable haberme ido..
Dejándote completamente sola
Con tal acto inigualable.

Si tan sólo pudieses perdonarme,
La vida...
Que te di, pero sólo te dedicaste a mirarme.
Ver aquél cuadro espeluznante
Aquella ida...

¡Yo te maté!
Si, ¡Yo lo hice!
Pero jamás te dejé,
Y me dijiste.."Por lo que más quieras.. ¡Vive!.."

Tan sólo te recordé..
Por última vez,
Ése maldito rostro tuyo,
Que sólo hace de mi, ¡Pesadillas infinitas..!

Me encantan tus bellas frases de amor,
Pero yo tan sólo.. Soy odio.
Y eso jamás cambiará. Causando en ti, terror..
Soy violencia, muerte y es obvio,
Que sólo quise, dedicarte la muerte...

Pues, ¡perdóname!
Tan sólo fui un cobarde,
Al recibir tu confesión.. Sólo ódiame..
Pero te dedicaste a amarme..

Hasta el final,
Sin parar,
Tu obsesión en mi causó..
Un tremendo odio hacia ti..
Con un sin fin
De torturas para ti..

Recordando nuevamente..
Ése panorama,
Que en realidad, sacude mis entrañas..
Queriendo vomitar, por el tremendo asco que siento de ti...

Recordando nuevamente...
Tus dulces y tiernas palabras,
En el fin que te di..
Fue todo un espectáculo, que hasta el día de hoy..
Eriza mis huesos.